Cáncer de Cuello Uterino, una enfermedad por la que no se justifica morir
El cáncer de cérvix es la malignización de las células de la porción del útero que se une a la vagina conocida como cuello uterino; en esta zona las células de recubrimiento del cuello uterino (epitelio cervical) se encuentran expuestas a inflamación, traumatismo e infección (sobre todo infección por VPH) lo cual las hace proclives a malignizarse produciendo un tumor agresivo e invasor que puede llevar a la muerte de la paciente.
Si bien es cierto el cáncer de cuello uterino puede tratarse mediante cirugía, radioterapia o combinación de ambos (según cada caso clínico particular) el tratamiento más efectivo y menos costoso sigue siendo la prevención.
La citología de cuello uterino es el método de pesquisa usado con más frecuencia debido a su escasa
complejidad técnica, bajo costo y alto porcentaje de detección de cáncer de cérvix en sus etapas iniciales (no invasor) lo cual lo convierte en la principal arma para luchar contra esta enfermedad que sigue estando entre las primeras 5 causas de mortalidad en Venezuela.
En los últimos 30 años los casos de muertes por cáncer de cuello uterino han ido disminuyendo progresivamente sin embargo aún hoy ostenta una posición dominante entre las causas de mortalidad en mujeres.
Actualmente aún siguen detectándose casos de cáncer avanzado de cuello uterino en la primera consulta lo cual disminuye las probabilidades de curación, esto se debe en muchos casos las pacientes no acudieron antes a la pesquisa citológica por pudor o pena, en otras ocasiones se trata de personas con domicilio muy remoto con acceso limitado a los servicios sanitarios y en algunos casos las pacientes piensan que por tener cierta edad o no tener vida sexual activa están exentas de riesgo por lo que no se realizan la citología anual.
Es sumamente importante comprender que la prevención (disminuyendo la exposición a los factores de riesgo) y la detección temprana mediante citología (junto con la colposcopia y la biopsia de cuello uterino como métodos complementarios) son las estrategias más efectivas y económicas de lucha contra el cáncer de cuello de cérvix ya que conforme más temprano se detecte mayor posibilidad de curación y sobrevida a largo plazo.
Una vez que una paciente tiene el diagnóstico de cáncer de cuello uterino debe determinarse clínicamente y con estudios complementarios el estadío (etapa clínica) de la enfermedad para seleccionar el tratamiento más adecuado para ese caso en particular, así cuando se trata de enfermedad no invasiva, localmente limitada al cuello uterino, pueden practicarse cirugías conservadoras con carácter curativo como el cono cervical; si la enfermedad ya es un poco más avanzada puede optarse por una histerectomía radical mientras que si se trata de cáncer con extensión más allá del cuello uterino (cáncer invasor) la opción de tratamiento más efectiva suele ser la radioterapia.
Lo deseable sería no tener ningún caso de cáncer de cuello uterino sin embargo la alta prevalencia de virus de papiloma humano (VPH) así como la exposición a otros factores de riesgo (promiscuidad, infección por clamidia, tabaquismo, etc) hace no sólo que cada año se diagnostiquen nuevos casos sino que estos sean detectados en mujeres cada vez más jóvenes, de allí que la citología sea OBLIGATORIA en toda paciente con vida sexual activa o con factores de riesgo asociados ya que el diagnóstico temprano puede salvarle la vida.
En el siglo XXI no se justifica que aún existan muertes por cáncer de cuello uterino, disponemos métodos de diagnóstico temprano muy precisos y tratamientos extraordinarios pero ninguno de ellos sirve si las pacientes no acuden a la consulta regularmente para prevención y tratamiento; es fundamental por tanto divulgar la información y crear conciencia para que las pacientes comprendan que no hay justificación para morir por cáncer de cuello uterino.
Y usted … ¿ya se realizó la citología este año?
