Dolor de rodilla, un signo que nunca se debe subestimar

A todos nos ha pasado alguna vez que luego de subir una escalera, jugar un partido de béisbol o caminar un poco más de lo habitual hemos presentado dolor en una o ambas rodillas; generalmente esta situación mejora por si sola sin intervención alguna pero ¿es peligroso este dolor de rodillas?

Si se trata de una situación eventual lo más probable es que no pase a mayores, sin embargo en la mayoría de los pacientes el dolor de rodilla es una condición recurrente que va desarrollándose a lo largo de los años; al principio cede espontáneamente, con el correr del tiempo ya son necesarios analgésicos, más tarde aún el dolor aparece con más frecuencia y es más difícil de tratar hasta que prácticamente en las etapas finales llega para quedarse y es entonces (cuando suele ser tarde) que el paciente decide buscar ayuda profesional.

La rodilla es una de las articulaciones más complejas y delicadas de la anatomía, sostiene todo el peso del cuerpo cuando se camina y su intrincado sistema de huesos, ligamentos, cartílagos, tendones y músculos la hacen una obra de arte del cuerpo humano la cual para realizar bien su trabajo requiere de un correcto balance de fuerzas entre todos los elementos anatómicos que la componen; cuando esto no sucede y se sobrecarga la rodilla (en cualquiera de sus estructuras) se altera profundamente la biomecánica articular desencadenando una serie de sucesos que a lo largo del tiempo deterioran progresivamente la articulación hasta llegar a su destrucción total.Artrosis de rodilla

Como si el uso cotidiano y el desgaste no fueran suficientes las rodillas pueden verse afectadas por multitud de enfermedades y patologías que pueden causar dolor que van desde los traumatismos (en estos casos el diagnóstico suele ser bastante obvio) hasta enfermedades autoinmunes y metabólicas como la artritis reumatoide y la gota.

Ante esta situación y considerando las enfermedades asociadas al desgaste (conocidas genéricamente como artrosis u osteoartrosis), la patología inflamatoria de la rodilla (artritis) y los traumatismos (tanto agudos como crónicos) cualquier dolor de rodilla debe ser considerado como un signo de una enfermedad potencialmente incapacitante la cual al inicio puede ser simplemente dolor para convertirse en el largo plazo en una causa de invalidez; de allí la importancia de la evaluación por un médico experto en rodilla para evaluar el tipo de enfermedad, su pronóstico y su tratamiento.

Los médicos que suelen tratar a los pacientes con dolor de rodilla son los traumatólogos y los reumatólogos, habitualmente haciendo equipo ya que los primeros son expertos en el manejo de patología degenerativa y traumática de la rodilla y los segundos en patología inflamatoria aunque en muchos casos para resolver el problema de un paciente con destrucción total de la rodilla a causa de la artritis la única opción posible sea la prótesis total de rodilla a cargo de un traumatólogo experto quien se apoyará en estudios complementarios como la Resonancia Magnética de Rodilla (RMN) para establecer un diagnóstico preciso y planificar el procedimiento quirúrgico más conveniente.

En los casos de patología inflamatoria crónica donde la articulación es funcional suele iniciarse tratamiento con antiinflamatorios y otras drogas que buscan detener el proceso que afecta las superficies articulares; en los casos de patología metabólica se emplean fármacos que corrijan la causa subyacente mientras que cuando el problema es mecánico (desgaste, golpes) con daño de estructuras específicas de la rodilla suele ser necesario algún tipo de intervención que va desde la artroscopia (procedimiento mínimamente invasivo para tratamiento de lesiones de rodilla) hasta el reemplazo articular total.

Siendo por tanto que lo que hoy es un dolor «inocente» mañana podría ponernos en una silla de ruedas es de vital importancia consultar con el traumatólogo ante cualquier dolor de rodilla que tienda a ser recurrente (no importa su intensidad) ya que del diagnóstico precoz depende la posibilidad de tratamientos más conservadores, menos invasivos y altamente efectivos.