Que hacer y que no hacer cuando una Várice sangra

Las várices son una enfermedad común y muy frecuente sin embargo y por fortuna sus complicaciones no se ven muy a menudo pero cuando aparecen pueden ser alarmantes, peligrosas y en algunos casos comprometer seriamente el bienestar del paciente e incluso su vida.

De las múltiples complicaciones que pueden sufrir los pacientes con várices la más atemorizantes es la hemorragia por una vena varicosa rota o varicorragia, en estos casos la várice puede sangrar bien sea por un traumatismo que rompe la piel y genera la hemorragia o por adelgazamiento de las capas cutáneas que cubren la vena hasta tal punto que la presión dentro de la várice es capaz de generar un pequeño orificio en la pared de la vena ocasionando hemorragia.

Bien sea por la severidad, por lo imprevisto de la situación o el miedo que pueda ocasionar la pérdida de un volumen más o menos significativo de sangre la varicorragia es la complicación que produce más angustia y alarma tanto en el paciente como en sus familiares, esta angustia hace queHemorragia de Vena Varicosa en la Pierna intenten medidas improvisadas para detener la hemorragia las cuales en muchos casos no son efectivas e incluso pueden complicar la situación.

Ante la posibilidad cierta de la ruptura de una várice (a la cual está expuesto cualquier paciente que sufra de venas varicosas) es fundamental que los pacientes sean instruidos previamente sobre lo que deben hacer a fin de permitirles contar con las herramientas necesarias para poder lidiar con la situación si esta llegare a presentarse.

Lo primero que debe hacerse es mantener la calma, aunque el volumen de sangre que se pierde es notorio el cuerpo humano cuenta con 5 litros de sangre así que por grande que sea la hemorragia varicosa se cuenta con una ventana de tiempo importante para poder actuar dado que 5 litros de sangre no se pierden tan rápido por una vena rota así que el segundo punto importante es no hay que apurarse ni atropellarse en instaurar medidas que coarten la pérdida de sangre en pocos segundos.

Una vez que el paciente está consciente de que debe mantener la calma y que cuenta con tiempo suficiente para resolver el problema debe estar al tanto de las medidas efectivas para controlar una hemorragia en una vena varicosa, es importante en este punto desterrar mitos del imaginario popular sobre las hemorragias que lejos de ayudar pueden perjudicar al paciente así es importante que se eviten ciertas prácticas más o menos comunes en la población por lo tanto:

NUNCA colocar café ni otro elemento orgánico como azúcar o harina en el área de la hemorragia, esto sólo absorbe la sangre pero en ningún caso suprime la hemorragia, colocar estos elementos sobre una herida abierta o una várice rota además de no ayudar puede complicar la cicatrización Elevar las extremidades ayuda a controlar la varicorragiaulterior o generar infecciones.

JAMAS aplicar un torniquete; esta técnica es útil en ciertos casos y siempre que la herida sea arterial, cuando se trata de lesiones venosas como es el caso de una vena varicosa rota la colocación de un torniquete aumentará la presión venosa y disminuirá el retorno venoso aumentando así la presión en el punto de sangrado y por lo tanto la velocidad de la pérdida sanguínea.

Evite en la medida de lo posible un vendaje compresivo fuerte sobre el área de la hemorragia varicosa dado que esto en primer lugar evita que se pueda vigilar el punto de sangrado además de funcionar como un torniquete en caso de que la extremidad se inflame (edema).

Ya conociendo lo que no debe hacerse tanto el paciente como sus familiares deben estar al tanto de la técnica correcta de tratamiento de varicorragia antes de llegar a un centro de atención médica, así la secuencia a seguir es la siguiente:

1- Mantener la calma

2- Si está sólo busque un teléfono y téngalo cerca de usted

3- Acuéstese boca arriba en el piso cerca de una silla, sofá, taburete o cama sobre el cual pueda reposar sus pies

4- Colocar ambos pies en el mueble que se encuentra cerca de donde nos hemos tendido en resumen debemos acostarnos boca arriba con los pies elevados entre 30 y 45º

5- En este punto la hemorragia cesará casi de inmediato y podremos llamar por teléfono a un familiar, una ambulancia o los bomberos para recibir la ayuda necesaria

6- No incorporarnos hasta recibir ayuda, es posible que la hemorragia haya cesado sólo con elevar las piernas o que la pérdida de sangre sea tan escasa que el paciente desee ponerse de pie, esto NUNCA debe hacerlo dado que aumentará la presión sobre el sistema venoso reactivando la varicorragia

7- Una vez que se cuente con ayuda la persona que asiste al paciente deberá con un paño limpio, pañuelo o incluso una toalla de papel de cocina realizar presión con uno o dos dedos en el sitio de hemorragia de manera contínua y con presión moderada

8- Ya con la situación controlada trasladar al enfermo a un centro asistencial para que sea evaluado por un cirujano

El 60% de la várices que sangran no necesitan tratamiento adicional una vez que cesa la hemorragia con estas medidas sin embargo es siempre necesaria la evaluación por el especialista para decidir la conducta definitiva en cada caso particular.