Resistencia a la Insulina, prevención es la clave

La resistencia a la insulina es la disminución de la respuesta celular a la hormona (insulina) para ingresar azúcar (glucosa) al interior celular sacándolo de la circulación sanguínea; este deterioro de la capacidad de la insulina para permitir la captación de glucosa por parte de las células del organismo es multifactorial siendo sumamente difícil apuntar hacia una causa particular; durante su evolución la resistencia a la insulina da paso a la Diabetes Mellitus por lo que muchos autores consideran la resistencia a la insulina como un estado de «prediabetes».

De los factores involucrados en el desarrollo de resistencia a la insulina el componente genético juega un rol fundamental, de allí que el antecedente de familiares consanguíneos en primer grado que padecen Diabetes Mellitus o Resistencia a la insulina incrementa notablemente el riesgo de padecer esta última, otro elemento ligado al desarrollo de esta condición metabólica es el sobrepeso, así aLa prevención es la clave para evitar resistencia a la insulina y diabetes partir de los 45 años va aumentando el riesgo de sufrir resistencia a la insulina conforme el páncreas se hace menos eficiente secretando insulina mientras las células a su vez se hacen más lenta ingresando la glucosa a su interior.

Tanto la carga genética como la edad son dos elementos que escapan al control del paciente sin embargo, y por fortuna, su influencia sobre el desarrollo de la resistencia a la insulina puede ser minimizado si se modifican los factores de riesgo ambientales que si son controlables por parte del paciente con un impacto increíble en la prevención de la resistencia a la insulina.

Los factores ambientales asociados a esta condición son el sedentarismo y el sobrepeso; hombres con circunferencia abdominal mayor de 95-100 cm y mujeres con circunferencia abdominal de 85-90 cm tienen franco riesgo de padecer resistencia a la insulina, así mismo las personas con estilo de vida sedentario (menos de 10.000 pasos o caminata de 7 Km diarios aproximadamente) tienen mayor posibilidad de enfermar con resistencia a la insulina en primer momento y luego de diabetes.

Considerando el grave impacto negativo de la insulinoresistencia en los pacientes no resulta descabellado atacar el problema antes que se desarrolle, de allí la importancia de la prevención en una condición donde cambios sencillos en le estilo de vida pueden llegar a prevenir por completo el desarrollo de la enfermedad y, en alguno casos, incluso revertir la resistencia a la insulina sin asociar medidas farmacológicas.

La alimentación saludable y balanceada, la actividad física aeróbica (caminata, bicicleta, natación, etc) regular, un control adecuado del peso corporal (tomando en consideración sobre todo la circunferencia abdominal) y un adecuado control médico para tratar condiciones médicas asociadas a la resistencia a la insulina (hipertensión, dislipidemias) son garantía de prevención de una enfermedad que si se deja aparecer y progresar puede poner en riesgo la vida del paciente de manera muy acelerada.

Cuando hablamos de resistencia a la insulina hay que huir hacia adelante … prevención es la clave.