Así se realiza la cirugía de hemorroides
Las hemorroides, o siendo más precisos, el prolapso hemorroidal es la patología ano-rectal más frecuente a nivel mundial.
Su tratamiento depende del grado de severidad de la enfermedad hemorroidal siendo reservada la cirugía sólo para los casos más severos (grados III y IV) o para aquellos en donde todas las demás alternativas de tratamiento de las hemorroides han fracasado.
Cuando se decide realizar cirugía de las hemorroides existen varias técnicas a considerar las cuales dependen de cada caso clínico, cada una con sus pros y sus contras.
En general se puede decidir entre la hemorroidectomía convencional (por técnicas de Milligan y Morgan o de Ferguson) o la realización del Procedimiento para Prolapso y Hemorroides (PPH), especialmente cuando coexisten las hemorroides con prolapsos rectales pequeños a moderados.
Cirugía convencional de hemorroides
Se trata de un procedimiento relativamente sencillo que debe ser realizado en quirófano para garantizar que no exista ningún tipo de molestia durante la operación. Una vez en el área quirúrgica el paciente recibe anestesia (por lo general de la cintura para abajo) y se coloca en una posición específica que permite exponer la región anal.
Con la ayuda de un espéculo el cirujano dilata el ano para visualizar las hemorroides las cuales son posteriormente ligadas y resecadas (eliminadas de la mucosa anal).
Hasta este punto las dos técnicas de hemorroidectomía clásicas son idénticas, de hecho el procedimiento de Milligan y Morgan prácticamente llega hasta aquí dado que una vez que se eliminan las hemorroides enfermas se procede a verificar la hemostasia (que no sangre nada) y a la colocación de un tapón (packing) rectal que será retirado pocas horas después.
Por su parte en la técnica de Ferguson se realiza una sutura de la mucosa rectal (que con la técnica de Milligan y Morgan queda abierta) a fin de restituir la continuidad de la mucosa de la región anal.
La técnica de Milligan y Morgan (sin suturas) presenta la ventaja de disminuir el riesgo de infecciones (en especial abscesos postoperatorios) así como las posibilidades de estenosis anal; de hecho es la técnica de elección cuando se tratan dos o tres paquetes hemorroidales así como cuando se trata de hemorroides muy grandes en las que la lesión mucosa es amplia.
La desventaja de esta técnica es que la recuperación postoperatoria es un poco más lenta y por lo general un tanto más dolorosa, algo que no ocurre con la técnica de Ferguson dado que al suturar la herida las terminaciones nerviosas ya no están expuestas y por tanto hay menos molestias postoperatorias.
Sin embargo cuando las incisiones son muy extensas o se trata más de un paquete hemorroidal existe el riesgo de estenosis anal (cierre del canal anal a consecuencia de la cicatriz) así como de infecciones postoperatorias, por tanto esta técnica se reserva sólo para casos muy específicos con bajo riesgo de complicaciones.
Cuando las hemorroides se asocian a prolapso hemorroidal o son muy extensas (grado IV) se puede emplear la técnica conocida como PPH.
Técnica para Prolapso y Hemorroides (PPH)
En esta técnica se emplea una máquina de autosutura que es capaz de eliminar tanto las hemorroides enfermas como la mucosa prolapsada en un sólo corto, realizándose simultáneamente la sutura de la mucosa sana con dos líneas de grapas.
Se trata de una técnica muy práctica que reduce el tiempo quirúrgico a menos de la mitad y a pesar de que se cierra la mucosa presenta una tasa de infecciones muy bajas debido a que la herida nunca queda expuesta a las bacterias que colonizan la mucosa anal; además el riesgo de estenosis es bajo dado que se calibra el tamaño de la máquina de autosutura para que no se produzca esta complicación.
A pesar de lo anterior no es un procedimiento de rutina en todos los pacientes debido a que si se emplea en hemorroides muy pequeñas o prolapsos rectales existe el riesgo de que la máquina no logre «morder» suficiente tejido lo cual daría como consecuencia un procedimiento deficiente.
Además debido al empleo de la autosuturadora el costo es más elevado que con el procedimiento convencional por lo que se debe considerar también el tema económico a la hora de decidir sobre este procedimiento.
En general e independientemente del tipo de cirugía realizado, el paciente suele tardar unos 10 días en estar totalmente recuperado, posterior a los cuales puede reiniciar sus actividades habituales sin ningún tipo de restricción.
Para que esto sea así lo más importante es contar con un equipo de cirujanos capacitados y bien entrenados en las diferentes técnicas quirúrgicas para operar las hemorroides; en Visión Salud contamos con cirujanos coloproctólogos expertos, pieza clave en el éxito de la cirugía de hemorroides.
En el siguiente video se puede ver de manera esquemática como se realiza el procedmiento de PPH: