La Cirugía de Catarata
La cirugía de catarata es el procedimiento quirúrgico realizado con más frecuencia en oftalmología y durante los últimos 70 años ha sido protagonista de una evolución vertiginosa que permitió que miles de pacientes pudieran recobrar la visión que habían perdido debido a una catarata.
Si bien desde el siglo XVIII se había intentado tratar las cataratas con cirugía, las primeras técnicas eran muy rudimentarias y aunque permitían recobrar parcialmente la visión, los resultados distaban mucho de ser ideales; aún así siendo la única alternativa la ceguera, los oftalmólogos se aventuraban con tales procedimientos a pesar de los riesgos asociados y la baja tasa de éxito.
No fue sino hasta mediados del siglo XX (1949) cuando se logró subsanar gran parte de los problemas asociados a la ausencia del cristalino posterior a la cirugía de catarata y desde entonces la evolución del procedimiento no ha cesado.
Sin embargo antes de describir en detalle de que se trata la cirugía de catarata es necesario hacer una breve pausa para explicar exactamente que es una catarata ya que de otra manera sería imposible comprender en qué consiste la operación.
Pues bien, en el ojo existe una estructura transparente, en forma de disco que se encuentra justo detrás de la pupila conocida como cristalino. Esta estructura funciona como el lente de una cámara fotográfica, haciendo que toda la luz que entra en el ojo se enfoque sobre la retina; además debido a una serie de fibras musculares a las que está conectado (músculo ciliar), el cristalino tiene la capacidad de modificar su forma a fin de permitir el enfoque a distintas distancias.
Debido a múltiples causas esta estructura puede presentar opacidad, es decir que deja de ser transparente y se torna traslúcido primero y luego opaco, de manera progresiva pero permanente, esto es lo que se conoce como catarata y hace que la cantidad de luz que entra al ojo sea cada vez menor hasta llegar al punto en que el cristalino está tan opaco (es decir que la catarata es muy densa) que el paciente no logra percibir ninguna imagen por lo que se declara como ciego.
No existe forma de prevenir esta degeneración del cristalino ni tampoco tratamiento médico efectivo de manera que hasta hace pocas décadas la catarata era sinónimo de ceguera inexorablemente, sin embargo con el advenimiento de las técnicas quirúrgicas modernas esto ya no es así.
¿En qué consiste la cirugía de cataratas?
En términos sencillos la cirugía de catarata consiste en retirar el cristalino enfermo y sustituirlo por un lente artificial que haga las veces de cristalino.
El concepto es realmente simple pero tomó años de desarrollo e innovación lograr técnicas, instrumentos y materiales lo suficientemente seguros y efectivos como para poder realizar este procedimiento de manera rutinaria y exitosa.
La cirugía de catarata puede dividirse en dos tiempos claramente diferenciados: La extracción de la catarata y la colocación del lente intraocular (LIO).
El primer tiempo quirúrgico puede realizarse mediante dos técnicas, una realizada con instrumental cortante conocida como «extracción extracapsular de catarata» en la cual el cirujano oftalmólogo fracciona el cristalino y lo retira por partes conservando la estructura de soporte del mismo; esta técnica es más laboriosa y suele presentar más complicaciones por lo que en la actualidad se usa sólo en casos excepcionales donde la «facoemulsificación» no puede llevarse a cabo, siendo esta la técnica alterna para extraer la catarata, de elección en más del 90% de los casos.
La facoemulsificación consiste en «licuar» el cristalino empleando un equipo especializado de ultrasonido que fracciona, licúa y aspira el cristalino prácticamente sin generar trauma en los tejidos adyacentes; se trata de un procedimiento efectivo, seguro y mucho más rápido que la extracción extracapsular por lo que el índice de complicaciones es mucho menor.
Una vez extraído el cristalino se procede a colocar un lente intraocular el cual hará las veces de cristalino. Dicho lente se coloca plegado o enrollado empleando instrumental especial para tal fin o en su defecto un introductor de lente; una vez en el sitio se despliega y se posiciona en su lugar donde queda fijado por unos soportes conocidos como ápticas.
Hecho esto se procede a retirar el instrumental y colocar la cura. Las incisiones para la cirugía de catarata se diseñan de manera tal que sellan debido a la propia presión del ojo haciendo que en algunos casos no sea necesario colocar puntos de sutura.
Si todo va bien y no hay complicaciones (lo cual sucede en el 99% de los casos) se retira la cura a las 24 horas y el paciente recupera la visión en su totalidad.
En la actualidad la cirugía de catarata es un procedimiento muy seguro y efectivo que evita la ceguera a miles de pacientes cada año y que debido a su gran éxito ha dado paso a otros procedimientos de cirugía de cristalino para tratar problemas diferentes a la catarata, por lo que puede considerarse que la «cirugía facorefractiva» (cirugía para la miopía mediante procedimientos combinados) evolucionó de la cirugía de catarata, pero esto es algo que explicaremos en otra entrada.