¿Son peligrosos los lipomas?

Casi todos los días acuden a la consulta de Cirugía General pacientes con algún tipo de protuberancia debajo de la piel en el espacio que los especialistas denominan Tejido Celular Subcutáneo, un tejido compuesto fundamentalmente por tejido conectivo (colágeno) y grasa que ocupa el espacio entre la piel y los planos profundos como los músculos y los tendones.

Las masas que se desarrollan en este espacio pueden ser de muy diversa índole debido a los distintos tipos de tejido y células que coexisten en el área (adipocitos, músculo liso, fibroblastos, nervios, etc) sin embargo la gran mayoría de estas lesiones son confirmadas como lipomas luego del estudio de anatomía patológica.Lipoma en la región posterior del cuello (nuca)

Un lipoma no es más que el crecimiento de una isla de tejido adiposo (grasa) bien delimitada del tejido sano circundante la cual tiende a crecer de manera local sin invadir los espacios tisulares adyacentes ni enviar células a distancia, en esencia se trata de un tumor benigno que tiende a crecer localmente sin generar riesgo para la indemnidad de las estructuras vecinas ni para la vida del paciente.

La presencia de un lipoma se sospecha siempre que se presente una masa localizada en tejido celular subcutáneo, habitualmente bien delimitada, de tamaño variable (puede ir desde 5 mm hasta 10 cm), blanda, móvil y en la mayoría de los casos asintomática; el ultrasonido (eco de partes blandas) ayuda a precisar el diagnóstico al verse una masa rodeada por una cápsula cuyas características ecográficas son similares a la del tejido graso circundante.

A pesar de la orientación clínica el diagnóstico definitivo de un lipoma siempre es la anatomía patológica (biopsia) generalmente de la lesión extraída en su totalidad a fin de poder establecer el diagnóstico diferencial con otras lesiones similares (fibrolipomas, liposarcomas) el cual no se puede establecer mediante el uso de otras técnicas de biopsia como la Punción por Aguja Fina (PAAF) o la Biopsia por Trucut.

Una vez que se recibe el diagnóstico de anatomía patológica de un lipoma el paciente puede quedarse tranquilo dado que la lesión en si no representa ningún riesgo para su salud y una vez que ha sido removida el paciente puede considerarse curado; mención especial hay que hacer de aquellos pacientes que sufren de Lipomatosis Múltiple Familiar condición donde a pesar de extraer el o los lipomas pueden presentarse recidivas (vuelven a aparecer) e el mismo sitio o bien en otra localización anatómica; la lipomatosis múltiple familiar representa más una molestia para el paciente que un riesgo para su salud aunque debe descartarse asociación con otras patologías sistémicas como Neurofibromatosis o el Sindrome de Neoplasia Múltiple; en caso de existir esta asociación es necesario canalizar el caso de acuerdo al protocolo de manejo correspondiente.

Cuando la anatomía patológica reporta Liposarcoma (variedad maligna del Lipoma) puede ser necesario realizar una ampliación de márgenes quirúrgicos y en ocasiones complementar con radioterapia local a fin de evitar la recidiva local, invasión de tejido adyacente y metástasis a distancia.

En general más del 90% de los lipomas serán benignos y podrán ser resueltos con cirugías de mayor o menor complejidad según el tamaño y la localización, aún así nunca debe subestimarse la presencia de un tumor de partes blandas dado que de no ser estudiado y tratado adecuadamente podría pasarse por alto un diagnóstico de enfermedad maligna que en ese caso si pondría en peligro al vida del paciente.