Las carnosidades en los ojos, un problema subestimado
Por frecuentes y comunes muchas enfermedades son a veces subestimadas, de ellas los pterigion o carnosidades en los ojos están entre las más frecuentemente subestimadas.
Los pterigion se forman por una reacción inflamatoria crónica (es decir inflamación sostenida en el tiempo) de la conjuntiva bulbar (membrana que cubre al ojo) en respuesta a estímulos externos como el polvo y la radiación solar.
En los países tropicales como Venezuela esta condición es bastante frecuente y basta con mezclarse
entre la gente en la calle para ver al menos diez o doce personas con algún tipo de carnosidad en uno o ambos ojos; muchos consideran esto una condición normal e inocua … nada más alejado de la realidad.
Los pterigion son lesiones que tienden a crecer ocupando cada vez más área sobre la córnea (capa transparente que cubre la parte anterior del ojo) por lo que si un pterigion no es tratado a tiempo y adecuadamente podría llegar a «tapar» la visión del paciente funcionando como una cortina que se despliega sobre los medios transparentes del ojo; si esto ocurre el tratamiento es sumamente complicado dado que aún cuando se retire quirúrgicamente el pterigión la córnea quedará dañada y muchas veces la visión del paciente no será óptima.
En casos menos dramáticos donde la lesión no avanza hasta bloquear el eje visual puede ser muy sintomática generando molestias como sensación de cuerpo extraño, prurito ocular e incluso sequedad ocular al interferir con la formación correcta del menisco lacrimal; en estos casos el paciente tiende a frotarse los ojos estimulando aún más el crecimiento del pterigion e incrementando las molestias causadas por este.
Resulta pues evidente que por común la carnosidad en el ojo no es normal y mucho menos deben subestimarse los riesgos asociados a su presencia … la próxima vez que se vea al espejo y note una carnosidad en alguno de sus ojos lo siguiente que debe hacer es solicitar una cita con el oftalmólogo.
