Fístula Arteriovenosa para Diálisis


¿Por qué los pacientes en diálisis necesitan una fístula arterio-venosa?

Los pacientes con insuficiencia renal crónica así como sus familiares saben bien o han oido hablar de la necesidad de la confección de una fístula arterio-venosa para llevar a cabo la terapia de reemplazo renal o diálisis de manera más cómoda y segura.

Pero ¿qué es la insuficiencia renal?

Pues bien, se trata de una enfermedad del riñón en la cual bien sea por alteraciones físicas o moleculares este de funcionar haciendo que se acumulen en la sangre elementos nocivos producto del metabolismo que normalmente se eliminarían a través de la orina, la cual en las etapas más avanzadas de la enfermedad renal no se produce o cuenta con una composición anormal.

En estos casos el paciente puede enfermar severamente por la acumulación de toxinas en el organismo, llegando a morir si no se corrije la situación con premura.

Para ello el paciente debe someterse a un procedimiento conocido como diálisis, en el cual la sangre pasa a través de un circuito de tuberías hacia una máquina que sustituye la función del riñón, devolviéndola luego depurada.

Cuando la diálisis es de corta duración como en el caso de la insuficiencia renal aguda, o se debe iniciar el tratamiento de emergencia, el paciente es conectado a la máquina de hemodiálisis mediante un catéter colocado en una vena de gran calibre, usualmente en el cuello o la pierna.

Si bien estos catéteres permiten dialisar al paciente de manera efectiva, lo cierto es que las complicaciones asociadas a los mismos tales como trombosis e infecciones no se hacen esperar, por lo que el uso de catéteres de hemodiálisis a largo plazo implica grandes riesgos para la salud del paciente.

Es por ello que el paciente con insuficiencia renal crónica grado V (es decir, aquel que requiere hemodiálisis) debe ser sometido a una intervención quirúrgica para la confección de una fístula arterio-venosa, la cual funcionará como acceso vascular para diálisis.

¿Qué es una fístula arteriovenosa?

En el organismo las arterias y las venas son los conductos a través de los cuales circula la sangre. Por las arterias la sangre oxigenada se dirige hacia los tejidos, mientras que por las venas la sangre que entregado los nutrientes y el oxígeno, captando a su paso por los tejidos los productos de desecho del metabolismo, se dirige hacia el hígado, riñón y pulmones donde se depura de toxinas y se vuelve a oxigenar.

Las funciones de las arterias y las venas son muy diferentes y por lo tanto cuentan con características anatómicas bien diferenciadas al punto que en condiciones normales una arteria jamás se une directamente con una vena, por el contrario, los vasos sanguíneos tanto arteriales como venosos se van haciendo cada vez más pequeños hasta que la sangre pasa del sistema arterial a la venosa a nivel de la red capilar, donde las presiones arterial y venosa no son muy diferentes.

Sin embargo el flujo y presión de sangre en una vena normal no son suficientes para poder conectar al paciente a una máquina de hemodiálisis mediante punción, de allí que cuando no existe la fístula arteriovenosa es necesario el uso de un catéter.

Por su parte la punción repetida de las arterias lleva a complicaciones serias a nivel local que pueden comprometer la vida del paciente, de allí que las punciones arteriales no sean una opción.

Para resolver ese problema se desarrolló una técnica quirúrgica donde una vena superficial se conecta directamente al sistema arterial creándose de manera artificial una especie de cortocircuito.

Esto hace que la vena se dilate y alcance un nivel de presión lo suficientemente alto como para poder conectar al paciente mediante punción de la fístula a la máquina de hemodiálisis, obviándose así el uso de catéteres.

Las ventajas de la fístula arteriovenosa para hemodiálisis son muy importantes para el paciente, no solo porque disminuye la posibilidad de complicaciones asociadas al catéter sino porque además mejora la calidad de vida.

Los pacientes con catéteres de hemodiálisis deben tener una higiene estricta, necesitan proteger el catéter de los elementos externos en todo momento, no pueden tomar baños en bañera, piscina y mucho menos el mar, rara vez pueden ir con prendas que dejen expuesto el catéter, y la presencia de un elemento ajeno al cuerpo en contacto con la piel las 24 horas del día no es precisamente la experiencia más placentera.

Al realizarse la fístula arteriovenosa todos estos elementos negativos desaparecen, permitiéndole al paciente tener una vida normal, más allá de las horas que debe pasar en el centro de hemodiálisis, de allí que la opción ideal para los pacientes que requieren diálisis crónica (a largo plazo) es la confección de una fístula arteriovenosa.

Si necesita una fístula arteriovenosa o conoce algún paciente que la requiera, los cirujanos cardiovasculares de Visión Salud gustosamente tomarán el caso para la confección de la fístula para diálisis más conveniente para el paciente.

Control de la Tensión Arterial


Hipertensión Arterial. Un tratamiento a la medida del paciente

La hipertensión arterial es una de las enfermedades más comunes en la actualidad, llegando a afectar a casi el 50% de la población mayor de 40 años en algunas áreas geográficas.

Si bien se trata de una condición asintomática, eso no quiere decir que sea una enfermedad benigna; por el contrario, aunque la persona afectada no sienta nada en lo absoluto, la hipertensión arterial va haciendo estragos en su organismo al punto de producir complicaciones graves que en primer momento incapacitan al paciente para luego, en muchos casos, conducir a la muerte.

De allí la importancia del tratamiento para la hipertensión arterial el cual, a diferencia del tratamiento de muchas otras enfermedades, debe ser individualizado para cada persona en particular.

Eso se debe a que la combinación de medicamentos y dosis que es efectiva para un paciente dado, puede ser totalmente inadecuada para otra persona debido a características genéticas, fisiológicas y anatómicas individuales.

El consenso actual es usar al menos dos medicamentos antihipertensivos combinados

Los medicamentos antihipertensivos se dividen en 5 tipos principales, siendo necesario combinarlos de acuerdo a las características individuales de cada paciente; así mismo las dosis deben ajustarse a partir de la dosis inicial recomendada, titulándolos de acuerdo a la respuesta individual.

El tratamiento ideal debe incluir al menos dos fármacos de dos categorías diferentes a saber:

  • Inhibidores de la Enzima Convertidora de Angiotensina (IECA)
  • Inhibidores del Receptor de Angiotensina
  • Vasodilatadores
  • Diuréticos
  • Betabloqueantes

Por lo general se combina una droga del grupo 1 o 2 (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o inhibidores del receptor de angiotensina) con un vasodilatador o un diurético, quedando reservados los betabloqueantes para casos muy especiales o cuando se necesita agregar un tercer componente al tratamiento.

Según la edad, peso, enfermedades asociadas y tratamientos previos recibidos, la dosis inicial de cada uno de los fármacos debe individualizarse; así mismo, una vez que se comienza el tratamiento se debe llevar un registro estricto de la tensión arterial a fin de conocer el efecto real del medicamento y poder ir ajustando la dosis en más o en menos según sea necesario.

Medir la tensión arterial dos veces al día es fundamental para poder ajustar el tratamiento

Control de la Hipertensión Arterial

Durante las primeras semanas será necesario cuantificar la tensión arterial dos veces al día en horarios fijos así como en cualquier momento en el que el paciente presente síntomas o molestias de algún tipo.

Esta práctica permite determinar los puntos de fluctuación de la tensión arterial, determinando máximos y mínimos lo cual, ulteriormente constituye el punto de partida para los ajustes de tratamiento.

Muchos pacientes y familiares creen que el tratamiento de la hipertensión arterial se limita a tomar los medicamentos indicados por el médico a la dosis indicada y en las horas establecidas.

Si bien esto es cierto, la verdad es que constituye solo el 50% de la terapéutica, siendo el otro 50% el control de la tensión arterial de manera estricta y los cambios en el estilo de vida.

En este sentido es importante recordar que el efecto de los antihipertensivos puede variar a lo largo del tiempo. Eso quiere decir que la combinación de medicamentos, dosis e intervalos que funcionan en un momento dado, no serán los mismos en uno, dos o tres años.

En ocasiones es necesario disminuir las dosis, en otros casos aumentarlas o incluso cambiar la combinación de fármacos, de allí que el control regular de la tensión arterial sea la piedra angular para un control efectivo de la hipertensión.

El tensiómetro nunca debe faltar

Aunque es posible medir la tensión arterial en instituciones de salud y farmacias; hacerlo en estos sitios implica desplazarse hasta el lugar dentro de los horarios establecidos para estos servicios, lo cual limita la autonomía del paciente para controlar la tensión arterial en momentos claves del día como a primera hora de la mañana, al final de la tarde o en caso de presentar algún síntoma.

De allí que sea tan importante que una vez que una persona es diagnosticada con hipertensión arterial, adquiera inmediatamente un tensiómetro (instrumento diseñado para medir la presión arterial sistémica).

En el mercado existen muchos modelos de tensiómetros los cuales se adaptan a múltiples necesidades y presupuestos.

La elección del modelo debe ajustarse a las características propias de cada paciente aunque por lo general los equipos totalmente automatizados suelen adaptarse a todas las situaciones; sin embargo son algo más costosos lo que puede hacer que algunas personas prefieran los semi-automáticos, especialmente si cuentan con asistencia de un familiar en casa que permita operar el equipo con mayor comodidad.

En este punto es importante destacar que sea cual sea el equipo que se elija, es muy importante que el médico tratante, su asistente o la enfermera de la consulta de hipertensión arterial entrenen al paciente y a sus familiares sobre la técnica correcta de medición de la tensión arterial, de otra forma detalles tan insignificantes como la posición del manguito, el nivel de ajuste sobre el brazo e incluso la posición de la extremidad al momento de realizar la medición pueden influir sobre la precisión de los valores obtenidos.

Es por ello que nunca debe omitirse el entrenamiento el cual, idealmente, debe ser realizado con el mismo equipo que usará el paciente en casa, de manera que pueda familiarizarse con sus características, modo de operación y detalles técnicos particulares.

El control médico regular es indispensable

Habiéndose seleccionado y ajustado el tratamiento antihipertensivo individualizado y una vez constatado que el mismo está haciendo el efecto esperado, es importante que el paciente acuda regularmente al control médico.

Muchas personas cometen el grave error de «tomar el tratamiento por su cuenta», es decir, usan los fármacos tal como se les indicó, miden su tensión arterial regularmente pero no asisten a las consultas con el especialista dado que su «tensión está ya controlada».

¡Eso es un grave error!

La consulta médica regular una o dos veces al año es imprescindible para garantizar que la tensión arterial está bien controlada.

El objetivo de la consulta médica, al contrario de lo que muchos piensan, va más allá de cerciorarse sobre el nivel adecuado del a tensión arterial. En estas citas el especialista verifique que los órganos que normalmente se ven afectados por la hipertensión arterial estén funcionando adecuadamente y que no existan complicaciones derivadas de la hipertensión arterial.

Si eso es así el paciente puede mantener su tratamiento sin variaciones pero si por el contrario hay indicios de daño a órganos blanco de la hipertensión arterial, inmediatamente se hacen ajustes en el tratamiento y se inician los correctivos para limitar el daño y sus posibles consecuencias.

Como se puede ver la hipertensión arterial tiene un tratamiento complejo que requiere mucho compromiso por parte del paciente y que va más allá de simplemente tomar una pastilla.

Se trata de un tratamiento individualizados que debe estar basado en:

  • Uso regular de los medicamentos antihipertensivos
  • Control estricto de la tensión arterial
  • Cambios en el estilo de vida
  • Consulta médica regular una o dos veces al año

Los pacientes que cumplan con las cuatro partes del tratamiento tienen muchas más posibilidades de un control óptimo de la tensión arterial lo cual redunda en menos complicaciones y una expectativa de vida mayor.

En Visión Salud contamos como una consulta especializada en Hipertensión Arterial en la cual los pacientes son evaluados de manera integral a fin de alcanzar control de la hipertensión lo antes posible, limitando y corrigiendo los daños que haya podido generar en el organismo la hipertensión no controlada por largo tiempo.

Protección contra el Covid-19


Diferencias entre Tapabocas y Respirador (EPP)

Debido a la pandemia por Coronavirus, de la noche a la mañana prácticamente toda la humanidad se ha visto en la necesidad de protegerse del contagio con Covid-19 negándole acceso al virus a la vía aérea, principal forma de contagio del mismo, sin embargo bien sea por desconocimiento o falta de acceso a los recursos adecuados, muchos no lo han hecho de la forma más adecuada.

En este sentido millones de personas han comenzado a usar tapabocas, respiradores, máscaras para gases, pañuelos e incluso bandanas como medios para «bloquear» al Covid-19 pero… ¿Son todos estos métodos efectivos?, ¿Hay alguna diferencia entre ellos?, ¿Quién debe usar qué?

Esas son solo algunas de las preguntas que vamos a responder a fin de ayudar a la población a tomar decisiones adecuadas con base en información científicamente probada. 

En este punto es importante recalcar que el método de ensayo y error no tiene cabida en lo que a equipos de protección personal se refiere ya que el error por lo general termina siendo sinónimo de lesión o muerte, de allí que deban emplearse únicamente equipos de protección estudiados y probados científicamente a fin de contar con garantía de protección. Cualquier otro método podría terminar resultando tan solo utilería, dejando al usuario totalmente desprotegido.

Antes de comenzar es importante recordar algunos conceptos básicos que nos permitirán luego tratar el tema en profundidad, entre ellos la definición de métodos de barrera, equipos de protección personal y nivel de filtración.

Métodos de Barrera

Se conoce como método de barrera a aquellos métodos destinados a funcionar como un obstáculo en laProtección personal sanitario vía de transmisión entre un enfermo y una persona sana. Estos métodos están pensados para uso a corto plazo y con exposición limitada ya que suelen verse superados en pocas horas por el agente contaminante o infeccioso contra el que pretenden combatir.

Estos métodos no están diseñados para contener y aislar al enfermo o a la persona sana, simplemente dificultan la transmisión, eso quiere decir que de darse una exposición suficientemente larga e intensa, eventualmente habrá contagio; de allí que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya publicado recientemente que algunos métodos de barrera como los tapabocas pueden dar una «falsa sensación de seguridad».

Sin embargo el uso adecuado de estos métodos resulta clave para cortar la cadena de transmisión del coronavirus.

Equipos de Protección Personal

El siguiente nivel en bioseguridad son los equipos de protección personal. Se trata de dispositivos diseñados para aislar al individuo sano del enfermo en mayor o menor medida, de manera que mientras más alto el nivel de bioseguridad, más aislada queda la persona y por lo tanto más protegida.

Sin embargo hay que recordar que no existe un método que ofrezca 100% de seguridad y que la efectividad de los equipos de protección personal está íntimamente ligada a su uso adecuado, de manera que incluso el mejor de los equipos resultará inútil si no se usa de manera correcta.

Los equipos de protección personal en bioseguridad van desde el nivel 1 hasta el nivel 4, siendo uno de los más empleados durante la pandemia Covid-19 los respiradores con filtro. 

Estos respiradores están diseñados para ofrecer distintos niveles de protección contra partículas de diversos tamaños, de allí que no todos son aptos para proteger al usuario del Covid-19.

Por lo general debido a la disponibilidad limitada y los altos costos, los equipos de protección personal se reservan para personal con exposición elevada a un agente infeccioso debido a las tareas que desempeña. En el caso particular del Covid-19 dicho material está siendo usado por médicos, personal de enfermería, bomberos y personal de seguridad en áreas de elevada exposición.

Nivel de Filtración

Cuando se habla del nivel de filtración se hace referencia a la capacidad de un material de retener partículas. Mientras más alto el nivel de filtración, más pequeñas las partículas que pueden retener, sin embargo hay que considerar que cuando se habla de partículas, en muchos casos se hace referencia a material microscópico, invisible al ojo humano, por lo que resulta imposible cuantificar a simple vista la capacidad de filtración de material, siendo para ello necesario el uso de instrumentos y métodos especializados de alta complejidad.

Tapabocas y Respiradores

Hablar de tapabocas y respiradores es hablar de un método de barrera y un equipo de protección personal y aunque a simple vista pueden resultar similares, la verdad es que funcionan de maneras muy distintas.

Los tapabocas o mascarillas quirúrgicas están diseñados para proteger la cara del usuario de partículas visibles o sub-visibles, siendo estas últimas aquellas que requieren una lupa para poder ser vistas. No llegan al nivel microscópico pero tampoco pueden ser identificadas a simple vista.

Por su parte los respiradores están diseñados para contener partículas en el orden de las micras (1 micra es igual a la milésima parte de 1 mm) por lo que el aire que ingresa a la vía respiratoria es mucho más limpio que el aire ambiente dado que la mayoría de las partículas (pero no todas y esto depende del nivel de filtración) son retenidas en los filtros del respirador. 

Tapabocas o Mascarillas Quirúrgicas

Se trata de material médico de uso común en las emergencias, unidades de cuidado crítico y quirófanos de todo el mundo. Están diseñadas para limitar el intercambio de secreciones y material biológico entre el personal sanitario y los pacientes, ¡en ambos sentidos!, es decir, un tapabocas evita que el material biológico proveniente del paciente entre en contacto con la vía respiratoria del personal sanitario y a la vez evita que cualquier secreción de la vía respiratoria del personal alcance al paciente.

En este sentido es muy importante destacar que el tapabocas es una barrera y como tal tiene sus limitaciones. Normalmente están diseñados para contener material húmedo de manera que ayudan a evitar el contacto con gotas, microgotas y salpicaduras, sin embargo poseen poca o nula capacidad de filtración por lo que no ofrecen protección contra aerosoles y micropartículas en suspensión.

Mascarilla QuirúrgicaPor lo general los tapabocas están compuestos por tres capas de materiales diferentes. La parte más externa (la que se ve cuando está colocado) es material impermeable, de baja porosidad; a continuación existe una capa intermedia con cierta capacidad de filtrado (sobre todo para partículas del tamaño de un grano de polvo) y finalmente una capa interna (que tiene contacto con la piel del usuario) de material suave que permite cierto ajuste.

Los tapabocas pueden fijarse mediante bandas elásticas o tiras ajustables sin embargo ninguno de los dos métodos ofrece sello, es decir que el aire que ingresa a la vía respiratoria del usuario es aquel que pasa a través del tapabocas pero también el que ingresa a través de las zonas de ajuste laterales, superiores e inferiores donde la mascarilla ajusta en la piel pero sin generar sello.

Es importante destacar que cuando el material del tapabocas se humedece pierde su efectividad, de manera que al recibir una salpicadura o incluso estornudar con la mascarilla quirúrgica puesta, es necesario cambiarla de inmediato ya que de otro modo sería como no usar nada.

Considerando las características de diseño y limitaciones de las mascarillas quirúrgicas su utilidad en la prevención del Coronavirus se limita a:

1- Contener las gotas que expulsa una persona enferma al toser o estornudar

2- Limitar el ingreso a la vía aérea de las gotas que expulsa un enfermo o un portador sano al toser, estornudar o incluso hablar.

Para que una mascarilla quirúrgica proteja al usuario del coronavirus es indispensable que se den ciertas condiciones:

  • La mascarilla no debe reutilizarse
  • El tiempo de uso no debe exceder las recomendaciones del fabricante (por lo general 4 a 6 horas)
  • Se deben sustituir inmediatamente si se humedecen
  • No se deben emplear como equipo de protección en condiciones de alta exposición al virus (emergencias, salas de hospitalización, salas de aislamiento, etc)

En este punto es importante señalar que las mascarillas de tela, las artesanales y todo aquel sustituto de tapabocas (bandana, pañuelo, etc) NO OFRECE PROTECCIÓN contra el coronavirus, esto se debe principalmente a dos razones:

1- No se trata de material impermeable

2- Su nivel de filtración es escaso o nulo (hay que recordar que se habla de partículas microscópicas)

En este sentido es posible que algún tipo de tela sintética ofrezca algún tipo de protección, sin embargo considerando que no se cuenta con estudios de todos los materiales con los que se fabrican tapabocas caseros y de tela, no hay garantía de su efectividad, por lo tanto el usar este tipo de elemento de protección y no usar nada es prácticamente lo mismo.

En los casos donde la exposición sea sostenida o se trate de un entorno de alto riesgo NO ESTÁ INDICADO EL USO DE MASCARILLAS, en lugar de ello se deben emplear Respiradores.

Equipo de Protección Personal (EPP) – Respiradores

Los respiradores pueden parecer mascarillas a simple vista ya que cubren la nariz y la boca del usuario, sin embargo su diseño y la ingeniería detrás de los materiales con los que están fabricados estos EPP les confieren cualidades muy superiores a las de cualquier mascarilla quirúrgica.

En primer lugar los respiradores tienen un ajuste que permite un sello casi 100% impermeable entre la piel del usuario y el EPP de manera que todo el aire que ingresa a la vía respiratoria de este se ve forzado a pasar a través del material del respirador, específicamente a través de los filtros.

En general el respirador está fabricado con un material impermeable que ofrece una altísima resistencia al paso del aire por lo que su diseño es tal que el flujo de aire inspirado se ve forzado a pasar a través de EPP - Respiradores N95una serie de materiales porosos con alta capacidad de filtración, lo que elimina entre 95 y 99% de las partículas en el aire inspirado (según las características del EPP).

Así pues, los EPP limpian en gran medida el aire que respira el usuario, minimizando el riesgo de contagio por Covid-19, sin embargo como todo método mecánico, los EPP tienen sus limitaciones, muchas de ellas relacionadas con el uso inadecuado de los mismos.

Es por ello que el personal que utiliza este tipo de material debe estar debidamente entrenado en la manipulación, uso, ajuste y disposición final de los EPP ya que de otra forma no ofrecerían el nivel de protección para el cual están diseñados.

En este sentido hay que respetar las recomendaciones de cada uno de los fabricantes referentes al tiempo máximo de uso, exposición en ambientes con elevados niveles de humedad, manipulación y sello con la piel del usuario así como el tiempo de vida de los filtros en aquellos casos donde el EPP es reusable y solo se cambian los filtros.

La gama de EPP disponibles en el mercado es muy amplia, sin embargo los que se están con más frecuencia son los respiradores N95 o  su equivalente (N95 es un código de fabricante que indica que el EPP filtra el 95% de las partículas presentes en el aire.

Es importante que el personal sanitario, de seguridad y todo aquel que se vea obligado a trabajar en entornos con elevado riesgo de contagio o exposición alta al coronavirus use de manera rutinaria y adecuada EPP tipo respirador, solo en conjunto con otras medidas de protección de bioseguridad a fin de minimizar las posibilidades de contagio.

En cuanto a la población general, el uso del tapaboca es suficiente siempre teniendo en cuenta que debe limitarse su uso y la exposición, eso quiere decir que el hecho de usar el tapabocas no nos ofrece protección alguna si nos exponemos por horas y horas en la calle, entramos a sitios con aglomeraciones o ingresamos a áreas donde se encuentran personas enfermas, siendo en este último caso necesario usar equipos de protección personal.



¿Para qué sirve el ecocardiograma?

El ecocardiograma es un estudio no invasivo, no doloroso mediante el cual se puede evaluar directamente tanto la estructura interna del corazón como la de sus componentes, además tiene la capacidad de medir el grado de funcionamiento de la bomba cardíaca lo que permite estimar cuán severamente enfermo puede estar el corazón.

Para realizar el ecocardiograma se emplea un equipo de ultrasonido estándar equipado con el software necesario para las mediciones pertinentes, estos equipos cuentan además con una sonda especial conocida como multi array o de matriz escalonada que le permite al operador evaluar el mediastino (espacio donde se encuentra el corazón) en profundidad y con mucho detalle.

Los encargados de realizar el ecocardiograma por lo general son los cardiólogos aunque los técnicos cardiopulmonares con entrenamiento en ultrasonido también pueden realizar el estudio, lo más importante en este sentido es que la persona encargada de realizar el ecocardiograma esté bien entrenada y conozca detalladamente tanto el equipo y los detalles técnicos del ecocardiograma como la anatomía y fisiología del corazón ya que solo de esta forma será capaz de realizar estudios precisos y de alta calidad.

Tipos de ecocardiograma

Hablar de ecocardiograma no ese hablar de un sólo estudio sino de una multitud de opciones. Por lo general se asocia este término al ecocardiograma transtorácico, el más común y más sencillo de realizar, sin embargo existen otros tipos de ecocardiograma que permiten evaluar con más detalle ciertas estructuras anatómicas o determinar la tolerancia del corazón al esfuerzo.

Ecocardiograma Transtorácico

Se trata del ecocardiograma más sencillo de realizar y el punto de partida para solicitar cualquier otro tipo de estudio cardíaco más complejo.

Para realizarlo el paciente no necesita ningún tipo de preparación especial, simplemente debe descubrir el torso, acostarse en la camilla de examen y el cardiólogo podrá de inmediato iniciar el estudio de su corazón.

Las imágenes se obtienen colocando el transductor entre las costillas en el lado izquierdo del tórax así como en la fosa supraesternal y el espacio subxifoideo (por debajo de la punta del esternón). En algunos casos se puede pedir al paciente que inspire profundo o que contenga el aliento aunque la mayor parte del tiempo estará respirando normal sin hacer otra cosa que mantener la posición indicada por el operador.

El ecocardiograma transtorácico no duele, no genera ningún tipo de incomodidad ni molestia; realizarlo tarda entre 30 a 45 minutos ya que se debe recolectar gran cantidad de información tal como las medidas de la válvula aórtica, la función de la válvula mitral, la fracción de eyección y la presión estimada de las venas pulmonares por mencionar solo algunos de los más de 30 parámetros anatómicos y hemodinámicos que se deben reportar.

En Visión Salud contamos con cardiólogos especialistas en ecocardiograma preparados para realizar estudios de gran calidad, con equipos de alta tecnología y entregando reportes detallados que permitirán al médico tratante tomar decisiones terapéuticas adecuadas.

Cuando se requiera será necesario realizar algún eco complementario como el transesofágico o el ecoestrés con dobutamina.

Ecocardiograma Transesofágico

Se trata de un estudio un poco más invasivo en el cual la sonda de ultrasonido se introduce a través de la boca del paciente hasta el esófago. Dado que en el tórax el esófago está en íntima relación con el corazón, la colocación de la sonda dentro de este órgano permite una visualización muy clara y más precisa que la que se obtiene durante el ecocardiograma transtorácico, siendo por esto que se solicita cuando es necesario confirmar ciertos hallazgos.

Considerando que la sonda puede generar muchas incomodidades tales como náuseas y arcadas por lo general se debe administrar sedación al paciente de manera que no sienta ningún tipo de molestia.

Al igual que el ecocardiograma transtorácico, el eco cardíaco transesofágico dura poco más de media hora al final de la cual el paciente se recupera de la anestesia y puede ser dado de alta; se trata pues de un estudio ambulatorio, relativamente económico y fácil de realizar si se cuenta con los implementos y el equipo necesario.

En este punto es importante destacar que en toda sala de ecocardiograma transesofágico es necesario contar con un equipo de reanimación cardiopulmonar y ventilación así como con la asistencia de un equipo de anestesiólogos dispuesto a prestar apoyo al paciente en caso de que se presentase algún tipo de complicación.

Ecocardiograma con Dobutamina

También conocido como ecoestrés con dobutamina, se trata de un estudio especial diseñado específicamente para evaluar la respuesta del corazón al ejercicio en aquellos pacientes donde la prueba de esfuerzo está contraindicada o no puede realizarse.

En inicio es un ecocardiograma transtorácico con la diferencia que durante este estudio se administra al paciente por vía endovenosa un fármaco conocido como dobutamina cuyo efecto es acelerar la frecuencia cardíaca y elevar la tensión arterial, simulando así los cambios hemodinámicos presentes en el ejercicio.

La respuesta al ecoestrés con dobutamina permite determinar si existen áreas de isquemia o no (con bajo aporte de oxígeno) a fin de planificar las estrategias diagnósticos y terapéuticas pertinentes.

Para este estudio el paciente debe estar en ayuno o haber tenido una comida ligera dos horas antes, es necesario cateterizar un vía periférica y contar con un acompañante en caso que se presentase cualquier eventualidad.

Al igual que con el ecocardiograma transesofágico, para realizar un ecoestrés con dobutamina es necesario contar con todos los medios necesarios para auxiliar al paciente en caso de un evento adverso.

Una vez concluido el estudio el paciente puede ser dado de alta toda vez que el efecto de la dobutamina dura menos de 2 minutos por lo que una vez cerrado el goteo en menos de 5 minutos ya no hay efecto residual.

Como se puede ver el ecocardiograma es un estudio complejo y amplio que aporta gran cantidad de información sobre el corazón tanto a nivel de estructural como funcional lo cual lo convierte en uno de los pilares fundamentales del diagnóstico en cardiología.

Es por ello que en Visión Salud nuestros especialistas en ecocardiograma se toman las cosas muy en serio, realizando cada estudio tan detallada y minuciosamente como sea necesario, garantizando así ecocardiogramas transtorácicos de altísima calidad y precisión.

Manejo de la hipertensión arterial por el cardiólogo


Rol del Cardiólogo en la Hipertensión Arterial

La hipertensión arterial es una de esas enfermedades que superan las barreras de las especialidades médicas, esto quiere decir que se trata de una enfermedad que puede ser tratada por distintos especialistas en diversos niveles de atención.

Así pues, el paciente hipertenso puede ser evaluado e incluso medicado en las primeras etapas de la enfermedad por el médico general o el médico de familia, sin embargo cuando no se logran controlar las cifras de tensión en este primer nivel de atención por lo general es necesario referir al paciente a un nivel superior donde será evaluado por médicos especializados en esta patología.

Sin embargo no existen médicos «hipertensiólogos» de manera que por lo general la especialidad a la cual se derivan los pacientes adultos hipertensos es hacia Medicina Interna, siendo estos médicos aquellos que se encargan del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades sistémicas del adulto.

La gran mayoría de los pacientes pueden ser tratados sin ningún tipo de inconvenientes por estos especialistas altamente calificados sin embargo un subgrupo de pacientes presentará hipertensión refractaria al tratamiento o algún tipo de complicación por lo que es necesario la participación de especialistas de otras áreas.

El Cardiólogo en el tratamiento de la Hipertensión Arterial

Por lo general los cardiólogos se encargan de las enfermedades del corazón (cardio = corazón) pero no hay que olvidar que el corazón (bomba) se encuentra conectado a las arterias (tuberías) por lo que cualquier enfermedad de estas últimas, como lo es la hipertensión arterial, puede tener serias repercusiones en el funcionamiento del corazón, hasta el punto de que este puede lesionarse y dañarse de manera irreversible debido a hipertensión sostenida a lo largo de muchos años.

Es por ello que los cardiólogos toman un rol muy activo en el tratamiento, investigación y desarrollo de nuevas tecnologías para el manejo del paciente hipertenso ya que no solo se trata de un problema deTratamiento de la hipertensión arterial por cardiología salud pública de alcance global (se calcula que entre 20 y 30% de la población mundial sufre algún grado de hipertensión) sino que además el control de las cifras de tensión arterial dentro de niveles adecuados resulta crítica para la buena salud cardiovascular.

Así pues cuando las cosas se salen de control los cardiólogos entran en escena proveyendo estudios y tratamientos muy sofisticados que permiten no sólo caracterizar el patrón del paciente hipertenso sino manejarlo de manera muy eficiente a fine de evitar las complicaciones a largo plazo.

En este sentido es importante destacar que el mejor momento para que el cardiólogo se integre en el tratamiento de la hipertensión es cuando han fallado los esquemas terapéuticos iniciales pero aún no existe daño al corazón ya que, cuando esto ocurre, por lo general el pronóstico del paciente suele ser más sombrío.

Lo ideal sería que los cardiólogos participarán activamente en el manejo de todos los pacientes con hipertensión arterial sistémica, sin embargo esto es inviable ya que no existe el número suficiente para ello por lo que se reserva su intervención en los casos más complicados y difíciles de tratar.

Pero eso no es todo …

Diagnóstico y Tratamiento más allá de lo habitual

Si bien es cierto que un gran porcentaje de los pacientes hipertensos se pueden diagnosticar en una consulta de atención primaria, un subgrupo de pacientes presenta características especiales que hacen que el diagnóstico de hipertensión no sea tan obvio; siendo estos pacientes aquellos que se encuentran en mayor riesgo de desarrollar complicaciones crónicas a largo plazo dado que no son conscientes de su enfermedad.

En este punto los cardiólogos también juegan un papel sumamente importante dado que cuentan con herramientas que van mucho más allá del esfigmomanómetro (tensiómetro) para poder determinar si un paciente es hipertenso o no. Incluso en la actualidad están trabajando en el desarrollo de estudios de cribaje que podrán predecir con bastante precisión que paciente será hipertenso en el futuro, aun cuando sus cifras de tensión arterial sean normales en la actualidad.

Para esto las herramientas usadas con más frecuencia en la consulta de cardiología son el mapa de tensión arterial en 24 o 48 horas así como la prueba de esfuerzo en la cual se pueden detectar patrones anormales de la respuesta presora del ejercicio las cuales permiten iniciar tratamiento antihipertensivo precoz, incluso antes de las primera manifestaciones clínicas.

Resulta evidente que la participación del cardiólogo es fundamental en el adecuado manejo de la hipertensión arterial sin embargo no se debe olvidar que el manejo de esta entidad clínica es multidisciplinario y que por lo general un solo especialista no posee todas las competencias necesarias para el manejo integral del paciente, de allí que el manejo en equipo sea la clave del éxito en el tratamiento del paciente hipertenso.

Cateterismo Cardíaco


El Reposo después de un Cateterismo Cardíaco

El cateterismo cardíaco ese el procedimiento invasivo más frecuente en cardiología; el mismo se usa principalmente para evaluar la circulación de las arterias coronarias aunque en algunos casos se puede emplear para evaluar las cavidades cardíacas (ventriculografía).

Además de evaluar las arterias coronarias, durante el cateterismo también es posible realizar procedimientos terapéuticos tales como la angioplastia y colocación de stent, ambos procedimientos destinados a «abrir» una arteria coronaria enferma y permitir así el paso de sangre.

Como se realiza el Cateterismo Cardíaco

El procedimiento se realiza en una sala de radiología, bajo sedación leve (el paciente está consciente en todo momento) y con anestesia local.

Una vez que el paciente se encuentra en posición, se han tomado las medidas de asepsia y antisepsia correspondientes y el área se ha anestesiado la zona donde se va a trabajar se procede a realizar una punción arterial empleando un equipo de acceso vascular especial.

La mayoría de las veces el acceso arterial es a nivel de la ingle (arterias femorales) dado que son arterias de gran calibre que permiten fácil acceso de guías y balones de cualquier tamaño hasta las arterias coronarias; sin embargo en casos seleccionados se puede realizar una acceso desde el antebrazo a través de la arteria radial.

Al ser una arteria de menor calibre la radial presenta ciertas limitaciones técnicas, sin embargo el riesgo de hemorragia es menor y la recuperación es más rápida por lo que suele usarse con cierta frecuencia en pacientes seleccionados.

Cuidados posteriores al Cateterismo Cardíaco

Una vez concluido el procedimiento se retira el introductor (puerto plástico que permite pasar los instrumentos hacia el interior de la arteria) y se realiza compresión en el área de recuperación bajo control directo del personal de enfermería por lo menos durante 20 minutos.

Transcurrido este tiempo y si no hay evidencias de hemorragia se procede a colocar una cura compresiva muy apretada a fin de bloquear la salida de sangre por el sitio de punción arterial, esa cura permanecerá colocada por 24 horas, tiempo al cabo del cual podrá ser retirada con seguridad.

En el caso de los accesos arteriales en el brazo el paciente suele ser dado de alta apenas se recupera del procedimiento mientras que cuando se punza la arteria femoral debe permanecer en observación durante 6 a 8 horas.

Durante este tiempo el paciente no debe caminar ni flexionar la extremidad, por tanto permanece acostado con la cabecera de la cama elevada no más de 30º.

Al cabo del período de observación se dará de alta al paciente siempre que no existan indicios de complicaciones.

Recuperación en Casa después de un Cateterismo Cardíaco

En casa el paciente deberá seguir estrictos cuidados a fin de evitar complicaciones relacionadas con la punción arterial.Cateterismo Cardíaco

Lo más importante es mantener el área de punción limpia y seca. La cura se levantará entre 24 y 48 horas posterior al procedimiento, según lo indique su médico.

Una vez hecho esto se podrá lavar el área con agua y jabón; después del baño se puede colocar algún tipo de antiséptico en la zona de punción aunque no es imprescindible.

La recuperación completa de una punción arterial dura de 5 a 7 días. Durante los dos primeros días no deberá caminar distancias largas (que superen los 100 metros), subir o bajar escaleras más de 2 veces al día, conducir vehículos y levantar cargas.

Pasado el tercer día puede incrementarse la distancia de caminata aunque no es aconsejable excederse; de igual forma deben suspenderse deportes, masajes, trabajos que impliquen estar en cuclillas (jardinería, mecánica, etc) y largos períodos durante los cuales la pierna permanece flexionada.

Si la punción fue en el brazo no se deben elevar cargas que superen los 3 Kg.

En ningún caso (acceso arterial en el brazo o la pierna) se puede nadar, tomar baños de tina o usar el jacuzzi durante al menos una semana.

La actividad sexual debe interrumpirse por lo menos una semana y luego reiniciarla progresivamente, especialmente si se usan antiagregantes plaquetarios como aspirina y clopidogrel.

Durante el tiempo que dure la recuperación lo más recomendable es usar prendas holgadas a fin de evitar presión innecesaria cercana al área de punción arterial.

Que se siente después de un Cateterismo Cardíaco

Posterior al cateterismos cardíaco lo más común es que el paciente sienta dolor leve en el área de punción arterial y cierto nivel de entumecimiento debido a la inflamación local.

Debido a esto es posible que existan ciertas limitaciones para la marcha las cuales irán desapareciendo a lo largo de los días.

En ocasiones puede presentarse una pequeña área morada (hematoma) que circunda el área de punción; esto es normal siempre que no aumente de tamaño ni esté asociado a hemorragia por el área donde se perforó la piel para colocar el introductor.

Algunos pacientes pueden sentirse mareados o un poco débiles al principio, en especial el primer día que llegan a casa después de haber pasado entre 8 y 12 horas acostados. Lo mejor en estos casos es tomarse las cosas con calma y esperar a que el organismo se recupere por completo del estrés al que fue sometido durante el procedimiento.

Ante cualquier signo de alarma el paciente o sus familiares deben consultar de inmediato a su médico, entre los síntomas que deben alertarnos se encuentran:

  • Hemorragia por el área de punción
  • Hematoma en la pierna o el brazo
  • Enrojecimiento en torno al área de acceso arterial
  • Taquicardia
  • Sensación de desvanecimiento
  • Fiebre (temperatura mayor de 38,5 ºC)
  • Dolor en el pecho
  • Dificultad para respirar
  • Pérdida de la fuerza muscular en la pierna o el brazo donde se realizó la punción
  • Inflamación (edema) de la extremidad donde se realizó el acceso arterial
  • Vómito con sangre
  • Evacuaciones diarreicas oscuras

En caso que no se presente ninguno de estos síntomas (deseable) deberá acudir al control con el cardiólogo hemodinamista entre 5 y 7 días después del procedimiento para evaluar que la recuperación de la arteria y del corazón sea la correcta.

No se debe olvidar que aunque se trata de una herida pequeña y un procedimiento ambulatorio, el cateterismo cardíaco es un procedimiento mayor sobre el sistema cardiovascular y por lo tanto se deben tomar todas las medidas preventivas para evitar complicaciones y garantizar la evolución satisfactoria del paciente.

Cirugía de Catarata


La Cirugía de Catarata

La cirugía de catarata es el procedimiento quirúrgico realizado con más frecuencia en oftalmología y durante los últimos 70 años ha sido protagonista de una evolución vertiginosa que permitió que miles de pacientes pudieran recobrar la visión que habían perdido debido a una catarata.

Si bien desde el siglo XVIII se había intentado tratar las cataratas con cirugía, las primeras técnicas eran muy rudimentarias y aunque permitían recobrar parcialmente la visión, los resultados distaban mucho de ser ideales; aún así siendo la única alternativa la ceguera, los oftalmólogos se aventuraban con tales procedimientos a pesar de los riesgos asociados y la baja tasa de éxito.

No fue sino hasta mediados del siglo XX (1949) cuando se logró subsanar gran parte de los problemas asociados a la ausencia del cristalino posterior a la cirugía de catarata y desde entonces la evolución del procedimiento no ha cesado.

Sin embargo antes de describir en detalle de que se trata la cirugía de catarata es necesario hacer una breve pausa para explicar exactamente que es una catarata ya que de otra manera sería imposible comprender en qué consiste la operación.

Pues bien, en el ojo existe una estructura transparente, en forma de disco que se encuentra justo detrás de la pupila conocida como cristalino. Esta estructura funciona como el lente de una cámara fotográfica, haciendo que toda la luz que entra en el ojo se enfoque sobre la retina; además debido a una serie de fibras musculares a las que está conectado (músculo ciliar), el cristalino tiene la capacidad de modificar su forma a fin de permitir el enfoque a distintas distancias.

Debido a múltiples causas esta estructura puede presentar opacidad, es decir que deja de serCirugía de Catarata transparente y se torna traslúcido primero y luego opaco, de manera progresiva pero permanente, esto es lo que se conoce como catarata y hace que la cantidad de luz que entra al ojo sea cada vez menor hasta llegar al punto en que el cristalino está tan opaco (es decir que la catarata es muy densa) que el paciente no logra percibir ninguna imagen por lo que se declara como ciego.

No existe forma de prevenir esta degeneración del cristalino ni tampoco tratamiento médico efectivo de manera que hasta hace pocas décadas la catarata era sinónimo de ceguera inexorablemente, sin embargo con el advenimiento de las técnicas quirúrgicas modernas esto ya no es así.

¿En qué consiste la cirugía de cataratas?

En términos sencillos la cirugía de catarata consiste en retirar el cristalino enfermo y sustituirlo por un lente artificial que haga las veces de cristalino.

El concepto es realmente simple pero tomó años de desarrollo e innovación lograr técnicas, instrumentos y materiales lo suficientemente seguros y efectivos como para poder realizar este procedimiento de manera rutinaria y exitosa.

La cirugía de catarata puede dividirse en dos tiempos claramente diferenciados: La extracción de la catarata y la colocación del lente intraocular (LIO).

El primer tiempo quirúrgico puede realizarse mediante dos técnicas, una realizada con instrumental cortante conocida como «extracción extracapsular de catarata» en la cual el cirujano oftalmólogo fracciona el cristalino y lo retira por partes conservando la estructura de soporte del mismo; esta técnica es más laboriosa y suele presentar más complicaciones por lo que en la actualidad se usa sólo en casos excepcionales donde la «facoemulsificación» no puede llevarse a cabo, siendo esta la técnica alterna para extraer la catarata, de elección en más del 90% de los casos.

La facoemulsificación consiste en «licuar» el cristalino empleando un equipo especializado de ultrasonido que fracciona, licúa y aspira el cristalino prácticamente sin generar trauma en los tejidos adyacentes; se trata de un procedimiento efectivo, seguro y mucho más rápido que la extracción extracapsular por lo que el índice de complicaciones es mucho menor.

Una vez extraído el cristalino se procede a colocar un lente intraocular el cual hará las veces de cristalino. Dicho lente se coloca plegado o enrollado empleando instrumental especial para tal fin o en su defecto un introductor de lente; una vez en el sitio se despliega y se posiciona en su lugar donde queda fijado por unos soportes conocidos como ápticas.

Hecho esto se procede a retirar el instrumental y colocar la cura. Las incisiones para la cirugía de catarata se diseñan de manera tal que sellan debido a la propia presión del ojo haciendo que en algunos  casos no sea necesario colocar puntos de sutura.

Si todo va bien y no hay complicaciones (lo cual sucede en el 99% de los casos) se retira la cura a las 24 horas y el paciente recupera la visión en su totalidad.

En la actualidad la cirugía de catarata es un procedimiento muy seguro y efectivo que evita la ceguera a miles de pacientes cada año y que debido a su gran éxito ha dado paso a otros procedimientos de cirugía de cristalino para tratar problemas diferentes a la catarata, por lo que puede considerarse que la «cirugía facorefractiva» (cirugía para la miopía mediante procedimientos combinados) evolucionó de la cirugía de catarata, pero esto es algo que explicaremos en otra entrada.

Prevención de las Várices


Medidas Preventivas Contra las Várices – Parte I

Las várices son un problema frecuente, sobre todo entre las mujeres y un motivo frecuente de consulta en la clínica de cirugía vascular; sin embargo aún cuando existen métodos modernos y muy efectivos para el tratamiento de las várices, el reto sigue siendo su prevención.

En la actualidad se considera que la insuficiencia venosa y las várices son una condición crónica; es decir, una enfermedad que puede controlarse evitando las complicaciones aunque no curarse por completo; en este sentido es posible tratar las venas enfermas con diversos métodos para mejorar la apariencia y la función aunque esto no garantiza que otra vena no se enferme a futuro, de allí la clasificación de crónica.

Esto significa que las venas enfermas se pueden tratar con resultados muy satisfactorios pero esto no implica que el paciente se mantenga libre de enfermedad a largo plazo, sobre todo si existen factores de riesgo para las várices; aún así eso no significa una condena a sufrir de várices para siempre ya que existen medidas preventivas muy efectivas para «frenar» e incluso retrasar indefinidamente la evolución de la enfermedad varicosa, es decir, se puede hacer más lenta la progresión de las várices limitando el daño a las venas sanas.

Si bien no existe un método 100% efectivo, evitar los factores de riesgo y minimizar su impacto siguiendo los siguientes consejos de prevención de várices permite que en la mayoría de los casos el paciente permanezca asintomático y libre de várices por años e incluso décadas. Incluso en aquellos Prevención de las Váricescasos donde hay recaídas estas suelen ser tardías y su severidad es menor que las de aquellos pacientes que no integraron medidas preventivas contra las várices en su estilo de vida.

A continuación las medidas preventivas más efectivas en la prevención de la enfermedad venosa:

1- Medias de compresión graduada

Un método viejo pero aún vigente y muy efectivo. Al usar medias de compresión graduada se evita que las paredes de las venas se dilaten, especialmente los troncos de mediano y gran calibre; además la compresión favorece el retorno venoso evitando el edema y la sobrecarga sobre las válvulas venosas.

En general se considera que un paciente con insuficiencia venosa superficial no tratada debe usar las medias de compresión a diario, al menos durante toda la jornada laboral; sin embargo una vez que la insuficiencia venosa superficial ha sido tratada este esquema de tratamiento puede variar un poco.

En este sentido no es necesario usar las medias 8 o 10 horas diarias, de hecho la mayoría de los pacientes pueden usarlas hasta las 2 o 3 pm y luego retirarlas haciendo que la terapia de compresión sea más cómoda; por otra parte no es indispensable usar las medias a diario, en lugar de ello se puede alternar el uso; siendo muy importante usar las medias siempre que se tengan jornadas extendidas de trabajo o cuando se permanecerá mucho tiempo en la misma posición (por ejemplo viajes largos).

2- Ejercicio

Si las medias de compresión son la piedra angular de la prevención de las várices, el ejercicio es la columna vertebral del mismo.

Hacer ejercicio es positivo no sólo para la prevención de las várices sino también para la salud de las arterias y el corazón de manera que se debe considerar incluirlo en las rutinas diarias no sólo para evitar las várices sino también los accidentes cerebro-vasculares (ACV), infartos, arterioesclerosis y en general todas las enfermedades cardiovasculares.

El ejercicio ayuda a que las válvulas venosas sean más resistentes, la pared de la vena se hace más gruesa y se liberan una serie de sustancias vasoactivas que favorecen el aumento del  tono venoso, retardando así la dilatación de las venas y el desarrollo de várices.

Además el aumento de la masa muscular, en especial en los miembros inferiores favorece el adecuado desempeño de la bomba venosa (músculos de la pantorrilla) haciendo que la función de las venas sea más efectiva, disminuyendo así por tanto las posibilidades de desarrollar insuficiencia venosa superficial.

Se recomiendan por lo menos 30 minutos de ejercicio aeróbico al día (caminata, natación, trote, bicicleta, spinning, etc) al menos 4 veces por semana, aunque si es más tiempo el efecto será más intenso y duradero.

3- Mantener un peso adecuado

Como se mencionó en la publicación de los factores de riesgo para las várices el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para las várices no sólo por el efecto mecánico sino también por la producción de hormonas y mediadores químicos que favorecen el desarrollo de la insuficiencia venosa, de allí que controlar el sobrepeso sea una prioridad para los pacientes con várices.

Para ello la consulta con el especialista en nutrición, el ejercicio regular y los cambios en los patrones de alimentación resultan fundamentales; sin embargo es menester asumir este reto como una meta a largo plazo dado que de otra manera las posibilidades de recaída (de la obesidad) son altas; así que los mejor es evitar las «soluciones express» a la obesidad o el sobrepeso y asumir un plan de nutrición y ejercicios a largo plazo que formará parte de nuestra vida diaria, no sólo para prevenir las várices sino también para cuidar nuestra salud.

Siguiendo estos tres consejos se evitará la progresión de la enfermedad venosa en gran medida, sin embargo para reforzar las medidas preventivas para las várices existen una serie de estrategias complementarias de las cuales hablaremos en la próxima entrada.

Causas de piernas hinchadas


Piernas hinchadas, un problema com más de una causa

Un motivo de consulta muy común tanto a nivel de pacientes ambulatorios como de emergencia son las piernas hinchadas o, como se conoce técnicamente el «edema de miembros inferiores«

Cuando se presenta esta condición la persona comienza a presentar aumento de volumen de los pies y las piernas, por lo general progresivo y asociado o no a otros síntomas como dolor, enrojecimiento y aumento local de la temperatura.

Si el paciente sufre de várices no es infrecuente que asocie el edema a las várices o la insuficiencia venosa aunque esta no siempre es la causa subyacente, de hecho tan sólo el 20% de los casos de edema de miembros inferiores se debe a enfermedad venosa; el resto de los casos se deben a una amplia gama de condiciones médicas, de allí que el abordaje diagnóstico del edema de miembros inferiores deba ser realizado por un equipo multidisciplinario a fin de cubrir todas las posibles causas.

Por lo general el especialista encargado de estudiar y coordinar el algoritmo diagnóstico en estos casos es el médico internista, quien tendrá en consideración y descartará/confirmará los siguientes diagnósticos:

1- Insuficiencia Renal

Los pacientes cuyos riñones dejan de funcionar o lo hacen de manera ineficiente comienzan a retener líquido. Dicho líquido comienza a acumularse primero en las zonas más declive del organismo (pies y piernas), aumentando progresivamente hasta llegar a otras zonas del cuerpo como el abdomen, el tórax e incluso miembros superiores y cara.

En estos casos el edema suele ser constante, es decir, no mejora durante la noche y suelen presentarse otros síntomas como disminución de la frecuencia urinaria y alteraciones de las pruebas de laboratorio (aumento del potasio y la creatinina por ejemplo).Causas de piernas hinchadas

El edema de origen renal debe tratarse con diuréticos y, en los casos que el paciente no responde porque el daño renal es muy severo, con diálisis.

2- Insuficiencia Cardíaca

La sangre está constituida aproximadamente en 60% por líquido el cual es impulsado junto con los elementos formes (parte sólida) a través del cuerpo por el corazón.

Cuando el corazón no puede bombear con la presión adecuada la sangre, esta se acumula en ciertas áreas del organismo conocidas como reservorios, produciendo edema.

Si la parte derecha del corazón no bombea adecuadamente el líquido se acumula en los miembros inferiores produciendo edema periférico, es decir, hinchazón de las piernas pero si el lado izquierdo del corazón es el que presenta la falla, entonces el líquido se acumula en los pulmones produciendo edema pulmonar.

Cuando la bomba cardíaca falla en su totalidad (corazón izquierdo y derecho), se produce lo que se conoce como «insuficiencia cardíaca congestiva» la cual se caracteriza por la acumulación de líquido tanto en los pulmones como en las piernas.

En los casos de insuficiencia cardíaca se debe tratar al paciente con diuréticos a fin de eliminar el exceso de líquido así como con agentes inotrópicos (aumentan la contractilidad del corazón) para lograr que la bomba funcione adecuadamente; si esto no es posible el paciente puede ser candidato para trasplante cardíaco.

3- Desnutrición

La desnutrición proteica produce disminución de los niveles de albúmina en el plasma. Esta proteína es la responsable de «atraer» y «mantener» el líquido dentro del espacio vascular debido a la presión oncótica que genera.

Cuando los niveles de albúmina disminuyen la presión oncótica también lo hace y el líquido comienza a fugarse desde el espacio intravascular al espacio intersticial, es decir, los tejidos; siendo el área donde se acumula con más frecuencia en los miembros inferiores.

En estos casos se pueden usar diuréticos temporalmente para eliminar el exceso de líquido, aunque el tratamiento a largo plazo consiste en recuperar los niveles de albúmina hasta los valores normales.

En los casos donde la albúmina está baja debido a condiciones diferentes a la desnutrición (como por ejemplo en la insuficiencia hepática), es necesario tratar de corregir la enfermedad subyacente; cuando esto no es posible la opción de administrar albúmina es viable aunque se trata de un tratamiento costoso y no exento de complicaciones.

4- Insuficiencia Venosa y Várices

Cuando el paciente presenta insuficiencia venosa profunda y/o várices, parte de la sangre que sube hacia el corazón no es retenida por las válvulas venosas por lo que se devuelve «contrasentido» acumulándose en las zonas más declive del cuerpo (pies y piernas).

Cuanto más venas estén enfermas y cuanto más grave sea la insuficiencia, mayor será el edema el cual se caracteriza por desaparecer durante la noche (el paciente amanece con las piernas totalmente normales) e ir progresando a lo largo del día.

En los casos de edema venoso el tratamiento inicial es la elastocompresión aunque en muchos casos el tratamiento a largo plazo debe ser invasivo (cirugía o ablación endovascular) a fin de eliminar las venas que están causando el problema siempre que esto sea posible.

5- Trombosis venosa profunda

Cuando se forma un coágulo dentro del sistema venoso profundo (responsable de aproximadamente el 80% del retorno venoso), el retorno de la sangre al corazón queda «bloqueado» por lo que comienza a acumularse en la pierna afectada.

Por lo general el edema de la trombosis venosa profunda es unilateral, de aparición súbita y muy doloroso. El diagnóstico suele confirmarse por niveles elevados de Dímero D y hallazgos patológicos en el ultrasonido doppler vascular.

El diagnóstico en muchos casos sólo puede hacerse si se sospecha esta condición aunque clínicamente es posible confundirla con otras entidades como la celulitis (infección de partes blandas) cuyos síntomas llegan a ser muy similares.

Una vez confirmada la trombosis venosa profunda debe iniciarse el tratamiento con anticoagulantes el cual se mantendrá por un mínimo de 3 meses (en la mayoría de los casos serán 6 meses). Además una vez que los síntomas iniciales mejoren se deberá incluir en el esquema de tratamiento la elastocompresión.

Como se puede ver las «piernas hinchadas» implican una amplia gama de enfermedades que deben ser estudiadas. En las líneas previas se describieron las más comunes aunque no las únicas, de hecho pueden hincharse la piernas por celulitis, linfangitis (inflamación de los linfáticos), linfedema (disfunción de los vasos linfáticos), obstrucción venosa por compresión extrínseca (tumores), embarazo y hasta el uso de algunos medicamentos.

Es por ello que se recomienda NUNCA automedicarse y consultar con un especialista a fin de identificar la causa exacta y así poder iniciar tratamiento específico; de lo contrario existen altas posibilidades de complicaciones severas que podrían incluso llevar a la muerte del paciente.

Factores de Riesgo para las Várices


Factores de Riesgo para Desarrollar Várices

Las várices son una condición médica muy frecuente que llega a afectar al 30% de la población en algunas regiones; en general afecta a las mujeres 3 veces más que a los hombres y aunque son bastante frecuentes por encima de los 40 años pueden aparecer prácticamente en cualquier momento de la vida adulta.

Sin embargo las venas varicosas no afectan a todo el mundo por igual ya que existen ciertos factores de riesgo que hacen que la enfermedad sea más frecuente en ciertas poblaciones.

Algunos de estos factores de riesgo no se pueden modificar y simplemente hay que contrarrestarlos con medidas preventivas, sin embargo la mayoría si dependen del estilo del paciente y pueden modificarse de manera que su impacto sobre la aparición de la várices se minimice.

A continuación un resumen de los principales factores de riesgo para las várices:

1- Sexo Femenino

Las mujeres desarrolla várices 3 veces más que los hombres. Esto se debe al efecto de las hormonas femeninas sobre las venas induciendo la dilatación de las mismas; así pues, el hecho de ser mujer es un factor de riesgo irreversible, aunque existen medidas para poder minimizar el impacto de este factor de riesgos para las venas varicosas.

2- Herencia

Si bien no todos los casos de venas varicosas son hereditarios y, por otra parte, no todas las personas en las que existen antecedentes de várices las desarrollan, existe cierta predisposición genética a desarrollar la enfermedad de manera que no es infrecuente ver que en la misma familia la abuela, madre, hijas y hermanas sufren de várices en mayor o menor medida.

Una vez más se trata de un factor de riesgo que no se puede modificar, sin embargo empleando las medidas de Factores de Riesgo para las Váricesprevención de las várices apropiadas se puede minimizar el impacto.

3- Edad

Conforme se avanza en edad el colágeno que forma los tejidos de soporte se hace más laxo y menos resistente. En parte esa es la razón de las arrugas en la piel, la caída de las mamas y la pérdida de volumen en varias zonas de la anatomía, sin embargo el colágeno está presente también en estructuras internas como las venas las cuales con el pasar de los años se tornan más frágiles y débiles.

Debido a esto las válvulas que presentan en su interior comienzan a funcionar menos eficientemente lo que a la postre deriva en la aparición de várices, es por ello que a mayor edad parece que las venas varicosas aparecieran con más facilidad.

Este es el tercer y último factor de riesgo irreversible, es decir, aquel que no podemos eliminar, aunque en la actualidad existen estrategias para minimizar su impacto.

4- Sobrepeso

El exceso de peso y la obesidad son enemigos de las várices dado que influyen sobre las venas en dos formas diferentes, una mecánica y otra bioquímica.

El efecto mecánico del sobrepeso es muy evidente. La sangre en las venas ahora no sólo tiene que vencer la gravedad sino también el empuje hacia abajo de la grasa abdominal lo cual aumenta la presión sobre el sistema venosa haciéndolo más proclive a lesión de las válvulas y por ende a la aparición de várices.

Además el tejido adiposo (grasa) es un tejido metabólicamente activo donde se producen diversos compuestos, entre ellos hormonas femeninas, de allí que las persona obesas o con sobrepeso tengan una concentración relativa de estrógeno un tanto mayor la cual ejerce su efecto sobre las venas, entre otros órganos diana.

En este caso si es posible influir sobre el factor de riesgo e incluso llegar a eliminarlo, bien sea mediante dieta y ejercicios o procedimientos más agresivos como el balón intragástrico o la cirugía bariátrica.

5- Sendentarismo

Se trata de un factor de riesgo fácilmente modificable. El sedentarismo afecta negativamente a las venas dado que se pierde el efecto de bomba que ejercen los músculos de las piernas al caminar. Cada vez que damos un paso se contraen los músculos «aplastando» entre sí las venas y forzando la sangre hacia el corazón.

Cuando pasamos muchas horas de pie o sentados la bomba muscular no se activa por lo que la sangre tiende a circular más lentamente en el sistema venoso, acumulándose, produciendo dilatación del mismo y eventualmente daño valvular y aparición de várices.

Para evitar que esto ocurra es imprescindible la actividad física regular.

6- Anticonceptivos Hormonales

Los anticonceptivos hormonales son un extraordinario método de planificación familiar pero un gran enemigo para las venas varicosas, esto se debe a que el incremento de los niveles circulantes de hormonas femeninas de manera femenina afecta negativamente las venas, induciendo dilatación de las mismas y a la postre daño valvular y desarrollo de várices.

Esto no significa que toda mujer que usa los anticonceptivos hormonales (orales, inyectados o en implantes) va a desarrollar várices, sin embargo cuando existen antecedentes familiares de enfermedad varicosa, otros factores de riesgo asociados o simplemente después de iniciar los anticonceptivos empiezan a aparecer «vasitos» dilatados, lo mejor es buscar otro método anticonceptivo.

7- Tabaquismo

Fumar daña las células de la parte más internas tanto de las venas como de las arterias. Esta capa celular conocida com endotelio no sólo es responsable de una función mecánica (facilitar que la sangre circule) sino que además produce una serie de sustancias químicas que regular el tono vascular, la formación de cóagulos y la función valvular.

El daño endotelial es el primer paso de una reacción en cadena que terminará no sólo en el desarrollo de várices sino también en enfermedad arterial que puede llegar a comprometer la vida del paciente, así pues que la mejor opción es dejar de lado el hábito tabáquico, siendo este un factor de riesgo totalmente reversible.

Como se puede ver no existe un sólo factor de riesgo para el desarrollo de várices, por otra parte pueden darse casos donde la enfermedad se presente sin que exista ningún factor de riesgo asociado. En ambos casos la aplicación de medidas preventivas contra las várices permitirá evitar o al menos retrasar la aparición de insuficiencia venosa superficial y várices.

Descubra aquí lo que puede hacer para la prevención de las várices.