Factores de Riesgo para Desarrollar Várices
Las várices son una condición médica muy frecuente que llega a afectar al 30% de la población en algunas regiones; en general afecta a las mujeres 3 veces más que a los hombres y aunque son bastante frecuentes por encima de los 40 años pueden aparecer prácticamente en cualquier momento de la vida adulta.
Sin embargo las venas varicosas no afectan a todo el mundo por igual ya que existen ciertos factores de riesgo que hacen que la enfermedad sea más frecuente en ciertas poblaciones.
Algunos de estos factores de riesgo no se pueden modificar y simplemente hay que contrarrestarlos con medidas preventivas, sin embargo la mayoría si dependen del estilo del paciente y pueden modificarse de manera que su impacto sobre la aparición de la várices se minimice.
A continuación un resumen de los principales factores de riesgo para las várices:
1- Sexo Femenino
Las mujeres desarrolla várices 3 veces más que los hombres. Esto se debe al efecto de las hormonas femeninas sobre las venas induciendo la dilatación de las mismas; así pues, el hecho de ser mujer es un factor de riesgo irreversible, aunque existen medidas para poder minimizar el impacto de este factor de riesgos para las venas varicosas.
2- Herencia
Si bien no todos los casos de venas varicosas son hereditarios y, por otra parte, no todas las personas en las que existen antecedentes de várices las desarrollan, existe cierta predisposición genética a desarrollar la enfermedad de manera que no es infrecuente ver que en la misma familia la abuela, madre, hijas y hermanas sufren de várices en mayor o menor medida.
Una vez más se trata de un factor de riesgo que no se puede modificar, sin embargo empleando las medidas de prevención de las várices apropiadas se puede minimizar el impacto.
3- Edad
Conforme se avanza en edad el colágeno que forma los tejidos de soporte se hace más laxo y menos resistente. En parte esa es la razón de las arrugas en la piel, la caída de las mamas y la pérdida de volumen en varias zonas de la anatomía, sin embargo el colágeno está presente también en estructuras internas como las venas las cuales con el pasar de los años se tornan más frágiles y débiles.
Debido a esto las válvulas que presentan en su interior comienzan a funcionar menos eficientemente lo que a la postre deriva en la aparición de várices, es por ello que a mayor edad parece que las venas varicosas aparecieran con más facilidad.
Este es el tercer y último factor de riesgo irreversible, es decir, aquel que no podemos eliminar, aunque en la actualidad existen estrategias para minimizar su impacto.
4- Sobrepeso
El exceso de peso y la obesidad son enemigos de las várices dado que influyen sobre las venas en dos formas diferentes, una mecánica y otra bioquímica.
El efecto mecánico del sobrepeso es muy evidente. La sangre en las venas ahora no sólo tiene que vencer la gravedad sino también el empuje hacia abajo de la grasa abdominal lo cual aumenta la presión sobre el sistema venosa haciéndolo más proclive a lesión de las válvulas y por ende a la aparición de várices.
Además el tejido adiposo (grasa) es un tejido metabólicamente activo donde se producen diversos compuestos, entre ellos hormonas femeninas, de allí que las persona obesas o con sobrepeso tengan una concentración relativa de estrógeno un tanto mayor la cual ejerce su efecto sobre las venas, entre otros órganos diana.
En este caso si es posible influir sobre el factor de riesgo e incluso llegar a eliminarlo, bien sea mediante dieta y ejercicios o procedimientos más agresivos como el balón intragástrico o la cirugía bariátrica.
5- Sendentarismo
Se trata de un factor de riesgo fácilmente modificable. El sedentarismo afecta negativamente a las venas dado que se pierde el efecto de bomba que ejercen los músculos de las piernas al caminar. Cada vez que damos un paso se contraen los músculos «aplastando» entre sí las venas y forzando la sangre hacia el corazón.
Cuando pasamos muchas horas de pie o sentados la bomba muscular no se activa por lo que la sangre tiende a circular más lentamente en el sistema venoso, acumulándose, produciendo dilatación del mismo y eventualmente daño valvular y aparición de várices.
Para evitar que esto ocurra es imprescindible la actividad física regular.
6- Anticonceptivos Hormonales
Los anticonceptivos hormonales son un extraordinario método de planificación familiar pero un gran enemigo para las venas varicosas, esto se debe a que el incremento de los niveles circulantes de hormonas femeninas de manera femenina afecta negativamente las venas, induciendo dilatación de las mismas y a la postre daño valvular y desarrollo de várices.
Esto no significa que toda mujer que usa los anticonceptivos hormonales (orales, inyectados o en implantes) va a desarrollar várices, sin embargo cuando existen antecedentes familiares de enfermedad varicosa, otros factores de riesgo asociados o simplemente después de iniciar los anticonceptivos empiezan a aparecer «vasitos» dilatados, lo mejor es buscar otro método anticonceptivo.
7- Tabaquismo
Fumar daña las células de la parte más internas tanto de las venas como de las arterias. Esta capa celular conocida com endotelio no sólo es responsable de una función mecánica (facilitar que la sangre circule) sino que además produce una serie de sustancias químicas que regular el tono vascular, la formación de cóagulos y la función valvular.
El daño endotelial es el primer paso de una reacción en cadena que terminará no sólo en el desarrollo de várices sino también en enfermedad arterial que puede llegar a comprometer la vida del paciente, así pues que la mejor opción es dejar de lado el hábito tabáquico, siendo este un factor de riesgo totalmente reversible.
Como se puede ver no existe un sólo factor de riesgo para el desarrollo de várices, por otra parte pueden darse casos donde la enfermedad se presente sin que exista ningún factor de riesgo asociado. En ambos casos la aplicación de medidas preventivas contra las várices permitirá evitar o al menos retrasar la aparición de insuficiencia venosa superficial y várices.
Descubra aquí lo que puede hacer para la prevención de las várices.