¿Se puede hacer una Tomografía del Ojo?

Esta es un pregunta que realizan frecuentemente los pacientes que acuden a la consulta de oftalmología y se les ha solicitado una Tomografía Óptica Coherente (también conocida como Tomografía de Coherencia Óptica) del Ojo o lo que es lo mismo un OCT (por sus siglas en inglés).

En este sentido la respuesta sobre si se puede hacer una Tomografía del Ojo es ambivalente ya que primero hay que definir exactamente a que tipo de estudio nos referimos.

Usualmente el público general asocia el término Tomografía con una radiografía de múltiples cortes con reconstrucción bidimensional (y en ocasiones tridimensional) para la cual se introduce al paciente dentro de un gran aparato conocido como tomógrafo el cual al final da como resultado una imagen de alta resolución en dos dimensiones y múltiples cortes del área anatómica que se está estudiando.

Si se toma como punto de análisis este tipo de Tomografía aún cuando es posible hacerla en el ojo, la información que aporta es muy limitada, sin embargo no es infrecuente que se solicite una Tomografía de Cráneo para evaluar no sólo el ojo sino las estructuras adyacentes (huesos del cráneo, cerebro, nervios ópticos, etc); sobre todo en el contexto de lesiones tumorales de la órbita, el ojo e incluso intracraneales; aún así la información es limitada y en ocasiones se prefiere el uso de la RMN (Resonancia Magnética Nuclear).OCT de Nervio Óptico

Ahora bien, además de la Tomografía convencional (conocida como TAC por sus siglas en inglés), existe otra tecnología muy especializada en la cual aún cuando no se emite radiación, se puede obtener una imagen muy detallada de las capas de tejido a analizar, especialmente en el ojo; esto se logra debido a la interferencia entre sí de dos haces de luz reflejados en una estructura dada.

La física tras un OCT es sumamente compleja y la tecnología para lograr las imágenes de la más moderna que existe, de hecho se trata de una técnica diagnóstica con menos de 30 años en el mercado pero que ha marcado un antes y un después en los estudios de imagen de las estructuras del ojo, especialmente de la retina.

Debido a la tecnología utilizada y la alta resolución de los equipos, el OCT permite no sólo ver las estructuras en si mismas como lo haría otro método de imagen (RMN, TAC) sino que da un paso más al permitir la visualización a escala micrométrica de las «capas» celulares que componen la estructura estudiada. En términos sumamente simplificados, es como ver un pedacito del tejido del ojo con un microscopio, ¡pero sin sacar el tejido de su sitio!

Esta capacidad del OCT de un análisis a nivel de capas de células le da un extraordinario valor en el estudio de patologías específicas de la retina. Esta capa del ojo es donde se encuentran los fotoreceptores (células especializadas en captar la luz) y está constituida por la asombrosa cantidad de ¡10 capas diferentes! Cada una con la capacidad de sufrir enfermedades específicas que a simple vista o con el estudio oftalmológico convencional no se pueden diferenciar.

Allí es donde entra en juego la Tomografía Óptica Coherente u OCT ya que la imagen que aporta de la retina permite ver con detalle todas las capas de esta y determinar así cuál está enferma y qué tipo de enfermedad tiene; incluso mejor, el OCT se puede realizar en regiones específicas del ojo tales como la mácula (área de visión central) y nervio óptico para el estudio detallado de enfermedades específicas como la degeneración macular asociada a la edad (mácula) y el glaucoma (nervio óptico); así mismo el OCT permite el diagnóstico de prácticamente todas las complicaciones que producen en la retina tanto la diabetes como la hipertensión arterial.

En conclusión, no sólo se puede realizar una Tomografía del Ojo (entendiendo como Tomografía al OCT o Tomografía Óptica Coherente) sino que además este estudio aporta un nivel de conocimiento y detalle de las estructuras oculares nunca antes visto, siendo esto de vital importancia para el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades oculares.

Parece algo increíble como en cuestión de pocos minutos, a través de un estudio ambulatorio, indoloro y no invasivo se puede obtener información tan específica como la que otrora sólo era posible obtener mediante biopsias. Definitivamente la Tomografía del Ojo, mejor conocida como OCT marcó un hito en la evolución de la oftalmología en general y del campo de la retinología en particular.