Cristales antireflejo. ¿Qué son y para qué sirven?
No es infrecuente que cuando los pacientes solicitan cristales correctivos en los servicios ópticos se les ofrezca (o soliciten) tratamiento antireflejo, siendo en muchos casos necesario pero en otros no tanto, sin embargo debido a la moda (tener cristales antireflejo como mis amigos), desconocimiento (creo que los necesito para evitar deslumbramiento del monitor) o simplemente por sugerencia del vendedor (me los recomendaron, aunque no estoy seguro de por qué) muchos usuarios de lentes correctivos tienen cristales antireflejo sin saber exactamente para que sirven y si los necesitan.
Ahora bien, exactamente ¿qué es el tratamiento antireflejo? Reduciéndolo a sus términos más simples, se trata de un tratamiento químico realizado a los cristales (una especie de recubrimiento que se coloca por delante y por detrás del lente) destinado a absorber la porción de la luz que se refleja en el cristal.
Como en todo elemento cristalino, cuando un haz de luz lo atraviesa una buena parte de este pasa hasta el otro extremo sin problemas pero un porcentaje mayor o menor se refleja hacia la misma fuente de luz; siendo el objetivo del tratamiento antireflejo absorber esos haces de luz reflejados pero, ¿exactamente para qué?
Existe el mito de que el cristal antireflejo reduce la fatiga al trabajar con pantallas, especialmente las de los ordenadores, sin embargo aunque esto pudo ser cierto cuando los monitores de tubos catódicos eran la norma, en la actualidad con las pantallas planas la utilidad del tratamiento antireflejo es cuestionable.
Lo mismo ocurre con las personas que conducen de noche quienes alegan que el tratamiento antireflejo evita el deslumbramiento generado por las luces de los automóviles que vienen de frente; algo que en realidad no sucede dado que el reflejo que se elimina es aquel que se dirige (rebota) hacia la fuente de luz mas no se reduce la cantidad de luz que atraviesa el cristal y va hacia el ojo, siendo este precisamente el responsable del deslumbramiento.
Ahora bien, si los cristales antireflejo no ayudan mucho ni con los monitores ni con la conducción nocturna (las dos razones principales por las que se usan o recomiendan), entonces, ¿para qué sirven los cristales antireflejo?
Pues bien, el tratamiento antireflejo de los cristales correctivos sirve para varias cosas que van desde lo más mundano hasta lo más práctico, tal como sigue:
1- Estética
A todos nos ha pasado que hablamos con alguien que usa lentes correctivos y vemos nuestro propio reflejo en los cristales de nuestro interlocutor como si se tratase de un espejo; algo que pone en evidencia la presencia del cristal y no es precisamente agradable; y eso sin mencionar las fotos con flash, donde es indispensable retirar los lentes, de lo contrario parecerá que ¡los destellos de luz surgen de los cristales!
Con el tratamiento antireflejo ambas cosas se solucionan, es decir, ya nuestros lentes no serán «espejos» para nuestros interlocutores ni tendremos que quitarnos los anteojos para las fotos con flash. Esto hace que los lentes sean más discretos, especialmente en aquellos casos como las monturas al aire cuyo objetivo es pasar desapercibidas.
2- Disminución de los reflejos internos
La física tras este fenómeno es muy complejo y está más allá de lo que se busca explicar aquí; sin embargo de manera simplificada se puede decir que en las lentes con mucho poder dióptrico (para altas miopías por ejemplo) la luz se arquea tanto en el lente que una parte de los reflejos en lugar de ir hacia la fuente de luz (como suele suceder) llegan al ojo por los lados, generando deslumbramiento.
Esto es particularmente cierto en los casos de cristales correctivos con alto índice de refracción (arquean mucho más las luz que los lentes convencionales) por lo que en estos casos el tratamiento antireflejo no sólo resulta útil, sino muy conveniente para un desempeño óptimo del cristal correctivo.
3- Evitan el deslumbramiento
En los pacientes portadores de lentes intraoculares que necesitan lentes de montura adicionales puede darse el caso que la luz que incide sobre el lente intraocular rebota (se refleja) hacia afuera del ojo, reflejándose de nuevo en la cara posterior del lente de montura desde donde vuelve al ojo amplificada, produciéndose así deslumbramiento.
En estos casos el tratamiento antireflejo, que como se dijo se aplica a la cara anterior y posterior del lente, ayuda a evitar el deslumbramiento.
4- Conducción nocturna
Pero no como suele pensarse, para protegerse de la luz de frente, sino todo lo contrario. En las noches oscuras los faros de los automóviles que vienen por detrás «choca» contra la parte posterior de los lentes correctivos atravesándolos (como cabe esperar) pero también reflejando una parte que va directo hacia nuestros ojos.
Cuando esto ocurre los lentes correctivos funcionan como un espejo que hace que la luz que viene desde atrás se devuelva hacia nuestros ojos, generando muchas molestias por deslumbramiento. En este caso el tratamiento antireflejo evita que esto ocurra haciendo que las luces de los vehículos que vienen por detrás no molesten.
Como se puede ver el tratamiento antireflejo tiene indicaciones claras, sin embargo también representa un costo adicional para el usuario por lo que es necesario que converse con su oftalmólogo para definir con precisión si se obtendrá un beneficio real de la inversión que se realizará en unos cristales antireflejo o si por el contrario es mejor prescindir de ellos.
Después de todo, no todos los tratamientos están indicados en todos los pacientes, así que es mejor individualizar de acuerdo a las necesidades particulares de cada quien.