Lágrimas Artificiales, mucho más que una gota para el ojo
El uso de lágrimas artificiales es una práctica común entre muchas personas, bien sea por molestias oculares o condiciones ambientales que afectan el ojo cada día más cantidad de pacientes usan lágrimas artificiales a diario pero … ¿para qué sirven las lágrimas artificiales?
En inicio puede decirse que las lágrimas artificiales se emplean para mantener la humedad del ojo debido a que bien sea por enfermedad (ojo seco, postoperatorio de cataratas, etc) o por factores ambientales (clima frío y seco) las lágrimas naturales no se producen en suficiente cantidad o se evaporan más rápido de lo normal lo cual genera sequedad ocular con el consecuente prurito y enrojecimiento, en estos casos las lágrimas artificiales ayudan a mantener la humedad del ojo y así
evitar lesiones mayores.
Se trata de una aplicación clínica muy importante pero no es la única; las lágrimas artificiales sirven también para lubricar la superficie conjuntival, esto es particularmente importante en los casos de pterigion (carnosidades en el ojo) donde cada vez que el paciente parpadea se produce roce entre la lesión y el párpado lo cual genera inflamación favoreciendo el crecimiento del pterigion, en estos casos las propiedades lubricantes de las lágrimas artificiales son de gran ayuda para minimizar el roce y así limitar el crecimiento de la carnosidad.
Otro uso para las lágrimas artificiales es en el caso de la entrada de cuerpos extraños pequeños (arena, polvo) al ojo; en estos casos el reflejo natural es tratar de extraer el objeto extraño con la mano, el dedo o cualquier elemento que se tenga a disposición … nada más contraproducente; se pueden producir lesiones que complican una situación banal, en estos casos lo ideal es instilar 2, 3 o incluso más gotas de lágrimas artificiales en el ojo a fin de «lavar» la superficie ocular y así limpiar cualquier 
partícula que este molestando dentro del ojo; es una práctica más sana y eficiente para remover arena, polvo o pequeñas partículas blandas del ojo.
En el postoperatorio (cataratas, estrabismo, glaucoma) el uso de lágrimas artificiales ayuda a disminuir el roce entre las superficies inflamadas del ojo y el resto de la conjuntiva, esta lubricación disminuye notablemente las molestias postoperatorias y favorece significativamente la recuperación.
En los casos de alergia ocular se pueden aplicar, a demás de las gotas de antialérgico, lágrimas artificiales (siempre dejando un intervalo de al menos 30 minutos antes o después de otros colirios) a fin de controlar el prurito, refrescar el ojo y disminuir la necesidad de rascado que tienen los pacientes afectados por alergias oculares.
Estas son sólo algunas de las aplicaciones de las lágrimas artificiales, un medicamento que va mucho más allá de una gota; en su próxima consulta pregúntele a su oftalmólogo cual es la mejor para usted en caso de un accidente (polvo en el ojo), clima extremo (muy seco) o simplemente para refrescar sus ojos y hacerles un cariñito.
