Las várices no producen calambres
Un motivo de consulta muy frecuente en el departamento de cirugía vascular es el paciente que presenta calambres, en especial calambres nocturnos; los cuales en muchos casos coexisten con insuficiencia venosa superficial (várices) haciendo que el paciente piense que las várices son la causa del calambre.
Sin embargo cuando se hace un interrogatorio detallado podemos darnos cuenta que el paciente presenta várices hace años, incluso décadas mientras que los calambres son de aparición más reciente, es decir, no hay una relación causa-efecto; aún así existe la tendencia muy difundida a calificar las várices como causa de los calambres.
Lo cierto es que se trata de dos sistemas independientes cuya fisiopatología rara vez cruza sus caminos.
En la insuficiencia venosa superficial hay una circulación anormal de la sangre a través del sistema venoso donde parte del flujo va hacia arriba (como debe ser) y una parte se devuelva yendo hacia los pies (en sentido contrario, algo que no debe ocurrir) haciendo que el retorno venoso sea más lento y por tanto produciendo edema (inflamación) de la piernas y dilatación de los troncos venosos superficiales; ambos síntomas cardinales de la enfermedad venosa.
Por su parte los calambres son una contractura dolorosa e involuntaria de un músculo, por lo general de las pantorrillas. Las causas de calambres son múltiples y van desde el sobre-entrenamiento hasta alteraciones neuromusculares y metabólicas.
Una de las causas más frecuentes de calambres espontáneos, es decir aquellos que se presentan sin estar asociados al ejercicio o algún tipo de actividad física, son las compresiones radiculares.
En estos casos un ramo del nervio motor que llega al músculo es comprimido en algún punto de su trayecto haciendo que «descargue» de manera anormal un impulso nervioso que produce la contracción la cual suele ser muy dolorosa y prolongada. Cuando esto ocurre por lo general hay otros síntomas asociados como el dolor lumbar, aunque en ocasiones este es de menor intensidad que los calambres por lo que el síntoma suele subestimarse.
Además existen causas metabólicas de calambres como la hipokalemia (potasio bajo), siendo una de los principales sospechosos de los calambres nocturnos. Por otra parte pueden presentarse enfermedades propias del músculo como las miodistrofias en las que también pueden presentarse calambres.
A la luz del conocimiento moderno las várices no son causa de calambres, por lo que cuando este último síntoma se presenta es necesario trabajar con especialistas en distintas áreas como los cirujanos de columna, fisiatras y médicos internistas a fin de determinar la causa de los calambres y tratarla mientras el flebólogo o el cirujano vascular se encargan en paralelo del tratamiento de la enfermedad venosa.
Si no se trabaja de esta forma el resultado final es un paciente sin várices pero aún con calambres y dolor, motivo inicial de su consulta, algo que se considera un fracaso terapéutico.
En Visión Salud contamos con especialistas altamente calificados que pueden ayudarle a identificar la causa de sus calambres y resolverla de la manera más adecuada mientras nuestros cirujanos vasculares se encargan de la enfermedad venosa resolviendo de esta manera dos problemas médicos a la vez.