Los efectos negativos de pasar horas atascado en el tráfico
En las grandes ciudades de todo el mundo es casi normal pasar de 2 a 4 horas diarias atascado en largas filas de automóviles que cruzan, entran o salen de las urbes; el incremento de la densidad de población, el acceso de cada vez más personas a los automóviles, la congestión en las vías y en muchos casos la mala planificación son sólo algunas de las causas de este problema que además de generar incomodidad en quienes se ven afectados también puede incidir negativamente en su salud.
El cuerpo humano no está diseñado para permanecer largas horas en la misma posición con movilidad limitada, esta condición antinatural asociada a la realización de movimientos repetitivos así como la tensión y angustia derivadas del retraso, la pérdida de tiempo y la impotencia por no lograr salir del atasco tienen un impacto negativo sobre las personas que pasan más de tres horas diarias en su vehículo por un período superior a los tres meses; es decir, los efectos negativo no se hacen esperar.
La variedad de problemas de salud asociados a la permanencia dentro de un vehículo por tanto tiempo es amplia y de distinta severidad, sin embargo los problemas más comunes que se encuentran en los pacientes son los siguientes:
1- Dolor en la parte posterior del cuello a consecuencia de mantener la cabeza en una posición fija, sobre todo en quien va manejando que debe estar en todo momento pendiente de los espejos, los autos alrededor, las señales en el camino y los indicadores del tablero; esta situación hace que
los músculos del cuello se pongan rígidos, las articulaciones tienden a perder movilidad y con el tiempo generar dolor cervical crónico.
2- Edema e hinchazón en las piernas debido a permanecer por tiempo prolongado sentados, sin la capacidad de poder estirar adecuadamente las piernas y activar la bomba muscular; en general las personas que pasan muchas horas en el tránsito presentan edema (acumulación de líquido) en la parte más baja de las piernas (tobillos), lo cual empeora a lo largo del día; en pacientes con predisposición previa al edema como en el caso de quienes sufren de várices, el problema es aún peor.
3- Dolor en el codo (codo de tenista) y las rodillas secundarios a movimientos repetitivos, esta situación es particularmente seria en quienes manejan carros sincrónicos ya que al estar atascados en el tráfico el movimiento de cambios de marcha, embrague y freno son mucho más frecuentes lo que genera un movimiento repetitivo que redunda en la inflamación y desgaste de las articulaciones, particularmente codos y rodillas siendo las primeras manifestaciones del problema dolor y rigidez articulares.
4- Hipertensión Arterial que aunque no es una consecuencia directa está asociado al sedentarismo y el aumento de peso, condiciones estas presentes en quienes viven atrapados en el tráfico ya que su tiempo de ocio lo deben invertir en desplazamiento lo que les resta la posibilidad de poder realizar actividades recreativas y deportivas.
5- Prurito y Sequedad ocular bien sea por el aire acondicionado del vehículo o por la exposición al humo y la suciedad en la vía pública, ambas situaciones generan más temprano que tarde problemas oculares como sequedad y alergia que se manifiestan por enrojecimiento y prurito ocular.
6- Lumbalgia (dolor en la parte baja de la espalda) derivada de la mala postura que muchas veces se asume dentro del vehículo para intentar hacer un poco más cómodo el viaje pero sobrecargando la columna lumbar y sus músculos asociados que en el mediano plazo comienzan a dar molestias como dolor, adormecimiento de los dedos de los pies y calambres.
7- Irritabilidad, problema más bien de índole psicológico pero no menos importante; la sensación de pérdida de tiempo en el tráfico, la impotencia de no poder cambiar la situación, la agresión (real o ficticia) de otras personas en la vía y el confinamiento a un espacio limitado (el interior del vehículo) con restricción de acceso a alimento, agua y servicios sanitarios, hace que las personas 
tengan los «nervios de punta», siendo irascibles, irritables y propensos a las reacciones violentas y desproporcionadas.
Estos son sólo algunos de los problemas más frecuentes, la lista es mucho más extensa y se complica conforme las personas que se encuentran atrapados en las colas tienen mayor edad, sufren de alguna enfermedad o padecen de algún tipo de discapacidad específica.
Lamentablemente en estos casos la prevención es casi imposible ya que no depende de un individuo por lo que resta estar al tanto de las consecuencias deletéreas del tráfico en nuestro organismo para tratar de mitigarlas con actividades que tiendan a contrarrestar estos efectos; no es tarea fácil ya que las horas del día no alcanzan y muchas se pierden en las colas pero hay que hacer un esfuerzo para evitar que los atascos de tránsito consuman nuestra salud, una alternativa son movimientos de estiramiento y relajación que si bien no nos sacan de la cola al menos ayudan a minimizar sus efectos sobre nuestro organismo.
