¿Se puede operar el útero por laparoscopia?

Si bien la cirugía laparoscópica es el tipo de cirugía más frecuente en la actualidad, en general esta se asocia con ciertos procedimientos más que con otros aún cuando virtualmente cualquier cirugía convencional cuenta con su contraparte laparoscópica.

En este sentido la mayoría de las personas han oído hablar de la colecistectomía laparoscópica (cirugía de la vesícula biliar por laparoscopia) o de la apendicectomía laparoscópica (extracción del apéndice por laparoscópica) mientras que otros procedimientos como la cirugía del útero, en especial la histerectomía (extracción del útero) no son tan conocidos.

Esto se debe a que las técnicas quirúrgicas laparoscópicas para los órganos sólidos tardaron un poco más en desarrollarse que aquellas destinadas a las vísceras huecas, por tanto mientras todo el mundo hablaba de colecistectomía laparoscópica (operación de la vesícula), la histerectomía por laparoscopia estaba aún dando sus primeros pasos.

Aún así, eso fue hace mucho tiempo y en la actualidad la cirugía uterina se puede realizar por laparoscopia de manera rápida, segura y con resultados comparables (e incluso mejores) que los de la cirugía abierta.

De todos los procedimientos que se pueden realizar por laparoscopia sobre el útero los más comunes son la miomectomía y la histerectomía.

Miomectomía por Laparoscopia

Este procedimiento consiste en retirar los miomas (también conocidos como fibromas uterinos) conservando el útero siempre que sea posible. Histerectomía por Laparoscopia

Aunque no todas las pacientes son candidatas para este procedimiento, aquellas que cumplen con los criterios (miomas subserosos o intramurales, menores de 5 cm y no más de 3 lesiones adyacentes) se benefician del tratamiento laparoscópica.

Con esta técnica se ingresa a la cavidad pélvica empleando entre 3 y 5 incisiones (dependiendo del caso) que en total no suman más de 3 cm entre todas; a través de las mismas se ingresa al abdomen una cámara y varios instrumentos que permiten llegar hasta el útero, aislar los miomas y extraerlos.

La ventaja de esta técnica es que el dolor postoperatorio es menor así como el riesgo de complicaciones postoperatorias, en especial infecciones de las heridas lo cual hace que la recuperación sea más rápida a pesar de que en algunos casos el tiempo quirúrgico pueda ser un poco más prolongado que con la cirugía convencional.

Los miomas se extraen en una bolsa especial para tejidos donde con un instrumento especial se fragmentan haciendo innecesarias incisiones mayores en la pared abdominal.

Histerectomía por Laparoscopia

La histerectomía es el procedimiento mediante el cual se extrae el útero enfermo. Por lo general la histerectomía laparoscópica se reserva para patología benigna del útero (fibromatosis uterina) aunque en ciertos casos bien seleccionados y con un equipo quirúrgico especializado, se puede realizar la histerectomía radical por laparoscopia en casos de cáncer de cuello uterino o cáncer de endometrio susceptibles de ser tratados por cirugía.

La histerectomía laparoscópica tiene tres modalidades que se diferencian en la última etapa del procedimiento, es decir, la extracción de la pieza quirúrgica; en este sentido existen:

  • Histerectomía Laparoscópica asistida por la mano
  • Histerectomía Laparoscópica con extracción por vía vaginal
  • Histerectomía Laparoscópica completa

Histerectomía Laparoscópica Asistida por la mano

En esta cirugía todos los pasos de la cirugía se realizan por vía laparoscópica, sin embargo la extracción de la pieza se realiza por una incisión similar a la de una cesárea pero de mucho menor tamaño, tan sólo lo suficientemente amplia como para que pase el útero completo.

Está indicada en aquellos casos donde por las dimensiones del útero este no puede ser extraído por vía vaginal y no es posible fragmentarlo por la necesidad de biopsia.

Histerectomía Laparoscópica con extracción por vía vaginal

Todos los pasos de la histerectomía se realizan por vía laparoscópica pero la pieza se extrae por vía vaginal; a partir de ese momento la reconstrucción de los planos quirúrgicos se realiza por vía vaginal.

Este procedimiento es ideal cuando existe prolapso genital asociado ya que se puede corregir el mismo por vía vaginal; así mismo permite conservar la pieza para biopsia y evita las incisiones de grandes dimensiones en la pared abdominal anterior.

Cuando el útero es de gran tamaño y no puede pasar por la vagina con seguridad se debe optar por otra alternativa como la Histerectomía Laparoscópica Asistida por la mano.

Histerectomía Laparoscópica completa

En este caso todos los pasos se realizan por vía laparoscópica sin necesidad de introducir la mano para la extracción de la pieza o realizar un abordaje por vía vaginal.

Está indicada cuando hay certeza de enfermedad benigna y la biopsia no es tan importante, esto se debe a que para poder extraer un órgano como el útero que mide entre 6 y 10 cm de largo x 5 a 8 cm de ancho a través de un orificio de 1 cm de diámetro (el más grande que se hace en la pared abdominal) se debe emplear un instrumento especial conocido como «morcelado» cuya función es fragmentar el órgano en partes lo suficientemente pequeñas como para ser extraídas por ese pequeño orificio de 1 cm.

Ciertamente se puede realizar biopsia pero la precisión de la misma se pierde, en especial en lo que se refiere a las relacione anatómicas de la pieza, de allí que se reserve este procedimiento sólo para patología benigna.

Como se puede ver, la histerectomía por laparoscópica es un procedimiento técnicamente complejo con muchas técnicas disponibles que permiten resolver más del 90% de los casos en los que se debe extraer el útero.

Lo más importante es contar con un equipo de cirujanos bien entrenados y con experiencia, además del instrumental adecuado para poder realizar la cirugía con seguridad.