Esguinces y Torceduras ¿qué hacer y cómo manejarlos?
A menudo, a diario para ser más precisos, decenas de personas en una sola ciudad sufren de esguinces y torceduras; la mayoría de las veces se trata de lesiones leves que a pesar de no ser manejadas apropiadamente, curan satisfactoriamente, sin dejar secuelas, pero en otros casos se convierten en el punto inicial de una larga cadena de eventos que pueden hacer la vida difícil y dolorosa.
Para comprender este problema es necesario recordar un poco como están compuestas las articulaciones. En estas estructuras, indispensables para la movilidad, intervienen tres elementos siempre presentes: Los Huesos, los Ligamentos y los Músculos. Los huesos son la parte estructural que sostiene el peso, los músculos la parte activa que permite ejercer los movimientos y los ligamentos son estructuras elásticas (similares a ligas) muy resistentes que ayudan a mantener cada una de las partes óseas en su sitio. Estas estructuras son muy resistentes y poderosas, sin embargo en ciertas ocasiones sufren tensiones superiores a su capacidad y es allí cuando aparecen los problemas.
Todo el aparato ligamentario de una articulación está en capacidad de estirarse y encogerse en todos los sentidos hasta un cierto punto, de allí su importante función, a pesar de ello, cuando las condiciones superan su tolerancia, los ligamentos se estiran en demasía, sufriendo rupturas de su conformación interna (tal como sucede si estiramos demasiado una liga) lo cual produce gran dolor, inflamación y elongación (alargamiento) de las estructuras afectadas. Una vez que eso pasa HAY QUE INTERVENIR.
Las articulaciones más afectadas son los tobillos ya que soportan en un área relativamente pequeña todo el peso del cuerpo sufriendo así mismo un gran número de tensiones en todos los sentidos y de distintas magnitudes, sin embargo cualquier articulación es susceptible de sufrir un esguince, el cual ocurre cuando se realiza un movimiento muy violento de la articulación excediendo su rango normal de movimiento, es decir, la articulación “se dobla” más de lo normal, apareciendo entonces el esguince.
Una vez que la lesión se presenta, puede alcanzar tres grados de severidad (I al III), ameritando en cada caso un tratamiento distinto que puede ser desde reposo, antiinflamatorios y hielo para los grado I hasta cirugía para los grado III, pasando por las inmovilización con yeso u otros métodos para los grados II.
El grado del esguince y el tipo de tratamiento sólo pueden ser evaluados adecuadamente por médicos con entrenamiento adecuado, particularmente traumatólogos, de manera que siempre es pertinente acudir a consulta cuando posterior a una torcedura hay dolor e inflamación de la articulación afectada, sólo así será posible tener acceso a un tratamiento adecuado, es importante en este punto recordar que a veces los esguinces se acompañan de fracturas pequeña o avulsiones (arrancamientos) en el área de inserción de los ligamentos por lo que la inspección física y de Rayos X son fundamentales para el diagnóstico y tratamiento.
A pesar de la necesidad del tratamiento médico existen una serie de medidas que cualquier persona puede poner en práctica inmediatamente luego del incidente que produjo la lesión a fin de evitar inflamación excesiva, disminuir el dolor y prevenir lesiones mayores asociadas a una manejo inicial inapropiado, máxime cuando a veces estos eventos ocurren en lugares donde el acceso a la atención médica no es inmediato, tal como es el caso del montañismo, excursiones, escalada o cualquier otra actividad lejos de las ciudades.
Estas medidas pueden ser aplicadas por cualquier persona incluyendo al accidentado mismo (si está en condiciones de hacerlo) y consisten en descubrir la articulación afectada inmediatamente retirando ropas y calzado del área (si esto se hace luego que la inflamación aumente resulta másdoloroso), colocar el miembro afectado en alto (si se trata de los tobillos o rodillas el paciente debe tumbarse sobre su espalda y colocar la pierna sobre un elemento que la eleve), evitar el movimiento de la articulación, en particular la marcha, colocar hielo indirecto (hielo en una bolsa de plástico) sobre toda el área dolorosa lo antes posible, manteniéndolo en el área por 15 minutos continuos, se deja descansar 15 minutos más y se vuelve a colocar nuevamente por 15 minutos, manteniendo estos intervalos hasta acceder a un centro médico (NUNCA DEJE EL HIELO MAS DE 15 MINUTOS CONTINUOS YA QUE CAUSARIA DAÑO TERMICO).
Si se está sólo solicite ayuda por cualquier medio disponible lo antes posible (mientras más tiempo pase más intenso será el dolor y menor la capacidad de desplazamiento) y si se está en grupo quienes le acompañan deben procurarle el auxilio necesario. En regiones remotas es preferible que alguien busque ayuda y no intentar una extracción con recursos limitados que podría poner en riesgo tanto al lesionado como a quienes le acompañan, recuerde tomar las medidas de protección del lesionado del sol y la deshidratación y cualquier otro riesgo.
Una vez que se tenga acceso a un centro hospitalario ¡RECUERDE!, la atención médica es INDISPENSABLE.