¿Qué es una fisura anal?

Después de las hemorroides, la fisura anal es la enfermedad anal más frecuente y aunque no se trata de una enfermedad grave (dado que no puede ocasionar la muerte ni severa incapacidad a quien la sufre), no se puede negar el gravísimo impacto negativo que tiene en la calidad de vida de quienes la padecen.

Cuando se muestra la foto de la fisura anal a un paciente, le resulta difícil, casi imposible comprender como algo tan pequeño, casi imperceptible, puede causar tanto dolor, tantísimo que la sóla idea tener la necesidad de evacuar el recto genera escalofríos.

Tal desproporción entre el tamaño de la fisura y la cantidad de síntomas que produce se debe a que el área anal está ricamente inervada, es decir, la capacidad de sentir en la zona es infinitamente mayor que en otras áreas del cuerpo por lo que la fisura anal a pesar de no sobrepasar los 5 mm de longitud en la mayoría de los casos, genera un dolor impresionante.

Pero, ¿qué es en realidad la fisura anal? Pues bien, la fisura anal es una pequeña herida o laceración que se presenta en el margen anal (la unión entre la piel de la parte interna de las nalgas y la parte más exterior del ano) por lo general resultado de la evacuación de heces muy duras que logran lesionar la mucosa y generar una herida muy pequeña pero extraordinariamente dolorosa.

Cuando se trata de un episodio fortuito, se trata de una fisura anal aguda y aunque dolorosa, una vez que el hábito intestinal de la persona se regulariza, esta tiende a sanar sin mayores secuelas, sin embargo y muy desafortunadamente esto no ocurre en la mayoría de los casos, siendo lo más común que la fisura anal evolucione hacia lo que se conoce como una fisura anal crónica.¿Qué es la fisura anal?

En el desarrollo de la fisura anal crónica se establece un círculo vicioso donde el paciente evacua heces muy duras que lesionan el ano produciendo dolor, este dolor inhibe el reflejo evacuatorio haciendo que las deposiciones sean cada vez más espaciadas lo que trae como consecuencia que cada evacuación tenga heces más duras y secas, es decir, capaces de lesionar la mucosa anal ya herida, produciendo más dolor y repitiendo el ciclo una y otra vez, hasta que la fisura anal aunque no muy extensa (no suelen sobrepasar 1 centímetro de largo), se hace tan profunda que la misma llega hasta el nivel del esfínter anal (músculo del ano) y lo deja expuesto.

Esto último hace que en respuesta el músculo (esfínter anal) se contraiga de manera refleja (espasmo) complicando aún más el problema ya que resulta más difícil evacuar, y la fisura anal  empeora cada día más a menos que se reciba tratamiento médico adecuado.

El tratamiento de la fisura anal va a depender de múltiples factores como la edad del paciente, sexo y condiciones médicas asociadas, sin embargo casi el 80% de los casos necesitará cirugía para el tratamiento de la fisura anal aunque antes de tomar esta decisión siempre se pueden intentar medidas médicas para el tratamiento.

El diagnóstico de la fisura anal es muy sencillo ya que se basa en un cuidadoso interrogatorio y un examen anal minucioso durante el cual rara vez se realiza tacto rectal dado que resultaría muy doloroso, literalmente insoportable para el paciente.

El 90% de las fisuras anales son benignas y se resuelven sin mayores secuelas, sin embargo en los casos de localizaciones atípicas, la presencia de fisuras en áreas poco habituales del margen anal, lesiones asociados (como pólipos o verrugas en el margen anal) suelen estar asociadas a enfermedades más graves como el cáncer anal, por lo que es necesario evaluar al paciente con detenimiento, practicando de ser necesario anoscopia u otros estudios como biopsias (por lo general bajo sedación) a fin de determinar la causa del problema.

Una vez estudiado el caso y determinado el tipo de fisura se debe proceder al tratamiento de la fisura anal. Para información más detallada sobre el Tratamiento de la Fisura Anal por favor Pulsar AQUÍ.